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Producción Científica

Debates actuales en torno a los modelos conceptuales y teorías del conocimiento contemporáneo de la enfermería. Año 2016 - 2017

“Modelos conceptuales y teorías identificables en las prácticas sociales de enfermería en el sistema de salud de la Región Sanitaria VI, Provincia de Buenos Aires, 2018-2019”

Debates actuales en torno a los modelos conceptuales y teorías del conocimiento contemporáneo de la enfermería. Año 2016 - 2017

Ancla 1

                 

Este trabajo propone una discusión teórica, un análisis de los cuatro conceptos y proposiciones del metaparadigma de enfermería: persona, ambiente, salud y enfermería, basada en un estudio que responde a la hermenéutica y la semiótica, estas constituyen herramientas adecuadas, para realizar una valoración discursiva de los actores que intervienen en el debate.

Entendemos entonces que los textos son materia significante, portadoras de sentido. Indudablemente, si utilizamos metodología cualitativa para esta investigación, es porque entendemos que la enfermería pertenece al campo de las ciencias sociales, por consiguiente, se trata de un constructo histórico, ha existido y existe en un determinado espacio y tiempo conformado por actores sociales que mutan, modificando en consecuencia las instituciones, visiones del mundo, leyes, formas de vida, creencias. Como consecuencia de ello, el objeto de estudio está conformado como un proceso dinámico de conciencia histórica con visiones del mundo determinadas que responden a la ideología dominante, en síntesis, las ciencias sociales están sometidas a las características de la época y sus límites lo establece el desarrollo social del momento.  Se intenta desentrañar, entonces, desde este estudio, el discurso escrito de especialistas e interrogarlos, entendiendo que el lenguaje es el medio que permite el vínculo entre el sujeto que procura entender y el sujeto que dona el objeto- texto a través del cual tiene algo que decir (Souza Minayo, 2004; Enrici y Firpo, 2008).

A su vez, entendemos con Juan Samaja (2004, pág. 10) que: “es frecuente que las comunidades contemporáneas de científicos tiendan a valorar los conocimientos más por sus valores operatorios sobre la realidad que por sus virtudes interpretativas. También es cierto que esta tendencia general se atenúa (e incluso, hasta se invierte) en el campo de las ciencias del hombre, y, además, en aquellas disciplinas jóvenes que se inician en la tarea de delimitar su objeto general de la investigación y sus métodos propios. En estos últimos casos, el pensamiento especulativo llega a predominar francamente sobre las actividades de investigación empíricas. … En todos ellos cabría constatar que los desarrollos empíricos y teóricos han ido siempre de la mano, aunque no siempre con ritmo parejo y amistoso, por así decirlo.”

Según Esther Díaz (2012, pág. 315) “el conocimiento obviamente se expresa mediante el lenguaje. Pero por debajo de la actividad conscientemente lingüística está la actividad inconsciente del lenguaje. Demasiado compleja para ser obra de un individuo, pero demasiado compacta como para ser obra de una multitud. Ahí el lenguaje muestra su raigambre relacional e histórica. Deconstruir la herramienta indispensable del investigador, el lenguaje, forma parte de una propedéutica a los métodos y puede colaborar a la explicitación de los supuestos.”

Para el proceso de investigación es importante la etapa de definición de los conceptos. Los conceptos se identifican dentro de un continuo que vincula lo empírico con lo abstracto, por lo que todos son empíricos y abstractos, su análisis requiere un ejercicio intelectual intenso. El modelo de análisis de los conceptos de Meleis (2005), se realiza de tres maneras, análisis semántico (análisis del significado lingüístico del concepto), análisis de derivación lógica (progresión lógica de identificación, soporte y clasificación del concepto) y análisis de contexto (condiciones en las cuáles se manifiesta), esto implica analizarlo desde sus orígenes, desde donde fueron concebidos, identificando si son lógicos o empíricos (Afaff Meleis, 2005; Araujo y Pagliuca, 2005)

          De acuerdo con lo expuesto,  la propuesta metodológica, plantea inicialmente un desarrollo vinculado a la epistemología del cuidado, enmarcado indudablemente en la epistemología de la salud, que siempre siguiendo a Samaja (2004) implica, sin entrar en “polémicas jurisdiccionales” averiguar  cuáles fueron esas prácticas que configuraron saberes alrededor de lo que actualmente quedó incluido dentro del campo semántico que evoca el significante “salud”, o sea: entendiendo que los saberes sobre salud, se organizaron alrededor de las prácticas de salud, y específicamente alrededor de las prácticas médicas, avanzar hacia un examen de las prácticas de cuidados que se entienden como el origen de los fundamentos de los cuidados de enfermería actuales. De esta manera en un último esfuerzo analítico se desentrañan algunos debates actuales en los que se encuentren involucrados los modelos conceptuales y teorías del conocimiento contemporáneo de enfermería, tanto desde la óptica de los conceptos como desde la práctica. De allí surgirán las categorías de análisis en las que ha quedado dividido-agrupado el análisis, incluyendo las nuevas propuestas que rescaten la perspectiva latinoamericana. De esta manera se realiza una conclusión que incluye una síntesis de este trayecto analítico, que quedara finalmente reflejado en un cuadro conceptual. 

Las actividades se desarrollaron en torno a los objetivos propuestos en el proyecto:

Objetivo General:

1.     Identificar cuáles son los debates actuales en torno a los modelos conceptuales y teorías del conocimiento contemporáneo de enfermería.

Objetivos Específicos:

1.a. identificar el contexto socio histórico en que se generan esas teorías, 

1.b. identificar las perspectivas de esos componentes con los metaparadigmas de enfermería y los paradigmas actuales de salud,

1. c.  Redefinir esos modelos y esas teorías desde un enfoque latinoamericano.

Para ello:

  • Se trabajó en subgrupos de investigadores para la división de tareas.

  • Se analizaron los principales conceptos implicados en el proyecto de investigación logrando que cada investigador o grupo de investigadores defina al menos uno de los cuatro conceptos del metaparadigma de enfermería, citando los autores que lo respaldan y en que sentido. Asimismo, se volvió sobre el concepto de: Paradigma, Metaparadigma, Modelo, Teoría.

  • La tarea de análisis se centró en el material teórico tradicional y latinoamericano de los principales pensadores de salud y de enfermería. Se transitó por el desarrollo de conceptos que se vinculan con los principales, tales como: Paradigmas de Salud, Paradigma de la Simultaneidad, Teorías de los Sistemas, Teoría de los Roles, Poder y Cuidado, Trabajo, Producción del Cuidado y Subjetividad del Cuidado, Epidemiología Crítica.

  • Se desarrolló una línea histórica de la enfermería desde que es profesión, hasta nuestros días, tomando en cuenta los paradigmas, y autores/as y sus desarrollos de modelos, teorías, filosofías, en el contexto histórico de cada desarrollo. De esta manera quedó configurado un cuadro de doble entrada que permitía diversas comparaciones entre esos desarrollos.

  • Se analizaron los posibles metaparadigmas de enfermería y los paradigmas actuales de salud.

  • Se contrastó el material bibliográfico tradicional más difundido en enfermería, de origen norteamericano fundamentalmente o con mirada eurocentrista, con el material local latinoamericano.

  • Se invita a un experto en Historia Latinoamericana, del Centro de Estudios de Integración Latinoamericana “Manuel Ugarte” autor del “Atlas Histórico de América Latina y el Caribe” año 2016. Los investigadores entregan un cuestionario-temario sobre el cuál realizar un análisis de aspectos históricos de Latinoamérica que se entiendan podrían estar relacionados con los conceptos definidos. Se realiza un intercambio con la invitada poniendo en cuestión los conceptos ya definidos por el grupo.

  • Cada Investigador o grupo de investigadores pudo definir uno o más de los cuatro conceptos del metaparadigma de enfermería, citando los autores que lo respaldan y en qué sentido.

  • Se logra acordar una definición común de cada concepto del metaparadigma enfermero desde la perspectiva latinoamericana.

  • Se ponen en discusión estos conceptos en tres actividades científicas a lo largo de todo el proyecto: 1) Jornada de Investigación del Departamento Salud Comunitaria e Instituto de Salud Colectiva de la Universidad Nacional de Lanús. 27 de junio 2017. 2) Dirección por parte del equipo de investigación de la estada de investigación de Marta Susana Lara DNI: 12156734, de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, del 06 al 17 de noviembre de 2017, en la Universidad Nacional de Lanús, de la localidad de Remedios de Escalada. Lanús, Buenos Aires. 3) Primera Reunión de Modelos y Teorías de Enfermería, del Grupo de Modelos y Teorías y Carrera de Licenciatura en Enfermería de la Una, 31 de octubre de 2017, Universidad Nacional de Lanús, cabe destacar que en esta última actividad se conformó la Red Argentina y la Red Internacional de Modelos de Enfermería, quedando este grupo a cargo de coordinar la actividad en la Provincia de Buenos Aires.

 

En un trabajo analítico se desentrañaron algunos debates actuales en los que se encuentren involucrados los modelos conceptuales y teorías del conocimiento contemporáneo de enfermería, fundamentalmente  desde la óptica de los conceptos, también desde la práctica en la medida que una de las actividades científicas, la estada de investigación de Marta Susana Lara, incluyo un trabajo de campo que consistió en definir y contrastar con la comunidad universitaria, Indicadores de la práctica de enfermería en vinculación con los conceptos del metaparadigma Enfermería, desde la óptica latinoamericana, que ya había establecido este equipo. Esta actividad permitió dar el primer paso de los que sería la presentación de un proyecto de investigación del mismo equipo/ grupo, para el período 2018-2019. Este proceso permitió ratificar las categorías de análisis iniciales en las que ha quedado dividido-agrupado el análisis, Persona, Ambiente, Salud y Cuidado de Enfermería, incluyendo las nuevas propuestas que rescaten la perspectiva latinoamericana. Se realiza una conclusión que incluye una síntesis de este trayecto analítico, que queda finalmente reflejado en un cuadro conceptual.

En cuanto a la estada de investigación de Marta Susana Lara, se realizó entrevista y utilizaron indicadores de cuidado de enfermería comunitarios dirigidos a la comunidad universitaria de la UNLa. Se entrevistaron a 142 personas. La entrevista incluyo abordar aspectos de orden: personal, de salud, social y económico, cultural y recreativo, además sobre la comunicación y el entorno familiar. Se cumplieron los objetivos generales: 1-Intercambio de enfoques metodológicos en los procesos investigativos y transferencia de los resultados de esta y otras investigaciones. 2-Fortalecimiento de proceso investigativo con análisis que permita identificar cuáles son los debates en torno a los modelos conceptuales y  teorías del conocimiento contemporáneo de enfermería al pasante. 3- Planificar con el pasante acciones conjuntas que favorezca la articulación entre ambos institutos.  

 

Clasificación histórica de la enfermería por décadas en relación con el año, los/as autores/as, las obras, escuelas, paradigmas y el desarrollo de Marriner y Tomey en relación con modelos, teorías y filosofías

Siglo XIX

 

Sucesos desde 1840 a 1950

1844/50- Comienza el uso del éter en cirugía.

1859- Darwin presenta su obra El origen de las Especies, afirmando que solo sobrevive la especie más fuerte, lo hace ampliando los estudios de Lamarck.

1863– Constitución formal del Comité Internacional de la Cruz Roja (idea surgida en 1859, en Henry Dunant, luego de la batalla de Solferino en Italia al ver la cantidad de heridos librados a su suerte.

1864– La Cruz Roja firma su primer Convenio en Ginebra – Suiza, inicialmente con 12 estados.

1865- José Lister Lucha por imponer asepsia en instrumentos de cirugía, lo logra en ese año.

1867– Luis Pasteur utiliza la pasteurización.

1881– Luis Pasteur utiliza por primera vez la vacuna contra el carbunco.

1885– Luis Pasteur utiliza por primera vez la vacuna contra la rabia.

1882– 1883 Robert Koch descubre el bacilo que produce la TBC y cólera respectivamente. 1905 recibe premio nobel de medicina.

1890– Aproximadamente se comienzan a usar los guantes de goma muy fina para sala de operaciones, fabricados por Goodyear – Enfermera Carolyn Hampton    - Cirujano Halsted

1890 – 1891– Comienza la utilización de los sueros antitetánicos y antidiftéricos.

1895- Guillermo Róngten descubrió los rayos X.

1898– Pierre y Marie Curie descubrieron el radium, primer cuerpo radioactivo.

1899– Se sientan las bases del CIE (Consejo Internacional de Enfermería) organización de profesionales de la salud en el mundo 13 millones de enfermeras. Su fundadora fue Ethel Gordon Fenwick.

Ethel Gordon Fenwick

Nacida en Escocia, luego se traslada a Inglaterra.

En 1885 comienza a trabajar sobre los derechos de las enfermeras que trabajaban bajo supervisión en los hospitales. Lucho por las condiciones de trabajo pensando que solo podían llamarse a sí mismas enfermeras las personas entrenadas para ello.

Crea la Asociación de Enfermeras Británicas (BNA) cuya meta era asegurar un estatus legal y un reconocimiento estatal de las enfermeras. La hija de la reina Victoria, Alice fue presidenta de dicha asociación. Por presiones de médicos se retira de la BNA.

1899 – Crea el CIE siendo su presidenta por 4 años.

El CIE es En la actualidad asesor de la OMS, UNICEF y del Consejo Económico y Social de la ONU.

1899 -  Sigmund Freud revoluciona el sicoanálisis, con su teoría que permite comenzar a conocer conductas y motivaciones interiores humanas. Su obra fue la base fundamental de la psicología del siglo XX.

1902– Rutherford descubre la estructura del átomo.

1903- Ernesto Rutherford descubrió los elementos radioactivos, años posteriores ideó modelo del átomo.

1904-1950 emerge la macrociencia.

1905– Albert Einstein elabora la teoría de la relatividad. Quedaba abierta la puerta a la era atómica.

1914 – 1918 - I Guerra Mundial

1927– Invención de Aeronaves

1927– Uruguay primer país de A. Latina que aprueba el voto femenino.

1928– Se avanza sobre la estructura del ADN.

1928– Descubrimiento de la Penicilina.

1930– Proyecto Manhattan comienza en universidades luego en laboratorios.

1939 – 1945 - II Guerra mundial.

1940– creación de oficina de desarrollos científicos, proyecto Urano.

1941– Se autoriza el desarrollo de la bomba atómica.

1945– Informe de Vannevar Bush.

1945– Hiroshima – lanzamiento bomba atómica.

1945– Fundación de la ONU En San Francisco por 51 países luego de la finalización de la II Guerra Mundial.

1947– En Argentina Se instaura el voto femenino con la ley 13.010.

1948– OMS – Fundada en 1948 – elabora directrices y normas sanitarias promoviendo investigaciones al respecto.

 

Siglo XX 

Década 1950-1959

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1950– Se traslada la formación de enfermería a las Universidades.

1950– En OMS Constitución del grupo de expertos en enfermería como órgano de consulta. El CIE presiona para la presencia, pero en 2011 la participación enfermera es del 0,7%, la de médicos 90.5%, dietistas y nutricionistas 2,6% y los farmacéuticos 2%

1950– La Escuela de Enfermería de la Universidad de Yale, de New Haven, Connecticut, definió la enfermería como un proceso, interacción y relación.

1952– Se funda la revista Nursing Research

 

Década 1960-1969

 

 

 

 

 

 

 

 

Modelo Conceptual en Enfermería

1960– FDA aprueba en EE. UU. el uso de anticonceptivos orales.

1956/75– Guerra de Vietnam.

1965– Se frena la macro ciencia después de la post guerra.

1967– Primer trasplante de corazón en EE. UU. – Dr. Bernard.

1968– En Argentina – En Clínica Modelo de Lanús – Dr. Bellizi cardiocirujano (trasplante 19 en el mundo)

1969– Llegada del hombre a la Luna.

Década 1970-1979

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1970– El gobierno de EE. UU., consolida los programas de doctorado y experto en Enfermería

1973– Primera Conferencia Nacional sobre la Clasificación del Diagnostico Enfermero, resultado aparición de la primera lista de diagnósticos aprobados. Su formato actual surge en 1982 y corresponde a EE. UU.

 

DECADA 1980-1990

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Teorías en Enfermería

1991– Argentina - Promulgación de la ley 24.004, nacional, su decreto reglamentario 2497 lo fue en 1993.

1999– Argentina -Promulgación de la ley 12245, provincia de Bs.As. su decreto reglamentario 2225 lo fue en 2001.

1999– Argentina - Promulgación de la ley 298, CABA, su decreto reglamentario 1060 lo fue en 2004.

 

Enfermeras destacadas en Latinoamérica

 

Colombia

Elvira Dávila Ortiz – Obtiene la máxima distinción por su tesis: Transfusiones de Sangre y Plasma, ella misma realizaba dichas transfusiones en las fontanelas anteriores de recién nacidos para evitar muerte por anemia. Esto sucedía en el Hospital de la Misericordia. A consecuencia del éxito fue llamada de los Departamentos de Cirugía y del Servicio de enfermedades tropicales del Hospital San Juan de Dios. Su tesis fue defendida el 3-3—1946 frente a 5 médicos examinadores.

México

Sor María Guadalupe Suarez Vázquez, autora del libro Manual de Evaluación del Servicio de Calidad en Enfermería y 48 artículos publicados revistas tanto de enfermería como médicas.

Integro la Comisión Permanente de enfermería, logrando la recategorización de la profesión a nivel licenciatura y posgrado de la secretaria de Salud de México

Gary Jones, enfermero de Emergencia: autor del libro Modelo de componentes de la vida – Único exponente teorizante de la especialidad de enfermería de emergencias.

Uruguay

Dora Ibarburu, relevancia en la transformación y profesionalización de la enfermería en dicho país. Realizo estudios en Canadá y EE. UU. Entre 1971/80 La convocan para ocupar el cargo de consultora de la OPS en Argentina y Perú.

 

Epistemología de Cuidado

 

La historia de los cuidados está plagada de información escrita, pero también de silencios o de olvidos. Pueden interpretarse, según Enrici y Firpo (2008), como una violencia originaria, que a nosotros nos hablan, que se pudo silenciar la tarea del cuidado de dos formas posibles: 1) poder del escribiente, reflejo de una cultura a la que representa; 2) o al decir de Foucault: por enterramiento o degradación jerárquica, cuando en esas sociedades no se propició el registro escrito de las visiones de los propios cuidadores, que nos priva del fundamento epistemológico de tales explicaciones. Podemos describir diferentes etapas del cuidado.

Etapa doméstica del cuidado

Prehistoria: período que va desde la aparición del hombre hasta el inicio de la escritura, el hombre primitivo se desarrollaba en dos mundos, uno conocido que tenía a la vista y que podía comprender y otro desconocido, el que no podía interpretar y al que respondían los elementos sobrenaturales, causantes de desastres y enfermedades, que determinó el tipo de cuidados y a las personas que los ejercían.  Los cuidados de ese mundo conocido son los que en la actualidad se consideran cuidados básicos. (Colliere, 1993; Souza Minayo, 2004; Martín y Rebollo, 2011; Sachetti y Rovere, 2011).

 

Civilizaciones antiguas: Las civilizaciones posteriores, a las ubicadas en la Prehistoria, entre la Prehistoria y el Mundo Clásico. En lo que se ha denominado Las Américas, existieron culturas como los mayas, los aztecas y los toltecas, con gran desarrollo en el arte y el comercio. La salud entre estos pueblos era considerada como una armónica relación entre el hombre y su Dios. La enfermedad se veía como un castigo divino por la falta de cumplimiento a las reglas divinas. Estas poblaciones tenían algunas costumbres tendientes a evitar la enfermedad, como el uso de hierbas, el uso de baños para provocar el sudor, tendiente a mantener sano y purificar el cuerpo. En Egipto se presentan unos ayudantes que eran numerosos, denominados ut, que podemos equiparar a un cuerpo de enfermería, ya que no eran sanadores. Los sumerios, los, persas, asirios, babilonios y hebreos tenían los sacerdotes- médicos que provenían de la tribu sacerdotal de Leví, eran los encargados de la salud pública y actuaban como representantes divinos en la tierra. En la Antigua China, la salud se consideraba como un estado de armonía consigo mismo y con el universo. Es muy relevante el enfoque preventivo de la medicina china, que en occidente y muchos años después, sería la inspiradora de la estrategia de APS. (Colliere, 1993; Souza Minayo, 2004; Martín y Rebollo, 2011; Sachetti y Rovere, 2011, Catalina Fajardo Flores, 13-04-13, Pérez Cabrera y Castañeda Godínez, 03-07-12, María Rosa Parentini, 2002).

Etapa vocacional de la enfermería

Se resalta la importancia que revestía para el cristiano dar asilo al forastero, dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, mientras que se subraya la importancia, en relación con los enfermos, de cuidar, atender con dedicación y amor, que surge como acepción del término therapeúein, aunque no se considera importante la ayuda médica o técnica al enfermo. Con la finalidad de realizar un trabajo centrado en lo social, las primeras órdenes eran de mujeres. Estas tareas fueron llevadas adelante   fundamentalmente por las diaconisas, las viudas, las vírgenes y las matronas. En Roma Fabiola fue discípula de San Gerónimo, cuidó en forma directa a los enfermos, es considerada por algunos autores como una precursora de la enfermería e inclusive de cuidados que hoy denominamos primarios, no obstante, el cuidado brindado a las enfermedades físicas, para el cristianismo fue muy importante el especial cuidado del alma. Es de esta época que surge el nombre de enfermería, ya que procede del término infirmitas, que significa no estar firme, se aplica a los soldados heridos, a las mujeres y los niños (Martín y Rebollo, 2011; Universidad de Cantabria, 26-11-13; Catalina Fajardo Flores, 13-04-13; Sachetti y Rovere, 2011)

Alta Edad Media: Se considera que la Edad Media es la comprendida en el período entre la caída del Imperio Romano (año 476) hasta la caída de Constantinopla (año 1453).  En la alta edad media, en la Europa cristiana. Prosperó la idea de que la causa de la enfermedad era el pecado y que su curación se lograba con la intervención divina. La oración y la penitencia fueron la manera de conseguir el perdón divino y purificarse. En este período, todos los monasterios contaban con una enfermería, que es un antecesor del hospital y en el que la prestación de cuidados se hacía solo por caridad (Martín y Rebollo, 2011; Universidad de Cantabria, 26-11-13; Catalina Fajardo Flores, 13-04-13; Sachetti y Rovere, 2011)

Baja Edad Media: Según Martín y Rebollo (2011) la Baja Edad Media abarca aproximadamente la segunda mitad del periodo medieval (siglos XI-XV). Surgen así los burgos, dedicándose al comercio y la artesanía, ubicados alrededor de un castillo o monasterio, y constituyendo la nueva clase social, la burguesía. Aquí los cuidados a cargo de los hombres fueron muy frecuentes y se introdujo el ideal militar de disciplina y orden. Los cuidados de enfermería estaban enfocados básicamente en la custodia del paciente, durante las 24 horas del día.

Edad Moderna: Transcurre aproximadamente desde mediados del siglo XV a finales del siglo XVIII. Las enfermedades típicas del hombre moderno fueron: enfermedades de la alimentación, enfermedades del trabajo, enfermedades infecciosas, enfermedades de la mujer, enfermedades infantiles y nuevas enfermedades (Martín y Rebollo, 2011; Universidad de Cantabria, 26-11-13; Catalina Fajardo Flores, 13-04-13; Sachetti y Rovere, 2011)

 Etapa técnica del cuidado

Edad contemporánea: Esta Edad se inició con la Revolución Francesa (1789 d.C.) y que sigue su proceso hasta el presente. La Declaración de los Derechos del Hombre (1789), fue una de las consecuencias de la Revolución Francesa, esto implicó un cambio también en la consideración de la salud ya que dejó de entenderse como un hecho individual de responsabilidad personal y privada. Indudablemente la concepción de la salud como un derecho del hombre, dio como consecuencia, entonces, que la asistencia sanitaria no pudiera ser considerada un acto curativo individual, sino un derecho de todos los hombres. Desaparecieron unas epidemias como la peste y lepra, pero aparecieron otras como la viruela, que se llevó la vida de pueblos enteros de América y África, pero junto con ella apareció la vacuna antivariólica que en 1977 logró erradicar la enfermedad. Junto a la especialización de los médicos, surge la necesidad de la especialización de la enfermería, adoptando un modelo paralelo, o sea, se formaban en ámbitos de conocimiento que se correspondía con las especialidades médicas. Durante esta edad, en 1860, Florence Nightingale organizó una escuela que fue modelo, en ella se enseñaba el arte de la enfermería. A finales de la década de 1970 comienza la apertura hacia otras áreas de interés: la promoción y la prevención de la salud, lo que genera nuevos modelos de salud y la atención sanitaria, centradas hasta ese momento en la atención hospitalaria. (Martín y Rebollo, 2011; Catalina Fajardo Flores, 13-04-13)

 

Vinculación de las diferentes perspectivas teóricas según autor con los cuatro conceptos del metaparadigma enfermero

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Vinculación de las diferentes perspectivas teóricas según autor con los cuatro conceptos del metaparadigma enfermero según Raúl Lozano Alonso

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Construcciones propias según una perspectiva latinoamericana

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Ambiente: Contexto y circunstancias, dentro de un territorio, donde están incluidas las personas y del cuál son parte constitutiva, manteniendo una relación parte-todo, en el que el todo (ambiente) regula o determina las partes. Esta regulación, determinación, inclusive de la salud de las personas, es generada por el contexto y circunstancias sociales, culturales, éticas, económicas, profesionales, sanitarias, políticas, ecológicas y cibernéticas en un momento histórico. Por lo cual todas las variables que intervienen son construcciones propias de las personas que constituyen el ambiente en un momento histórico determinado.

Esta influencia puede estar presentada en forma natural o artificial en forma material o abstracta como las relaciones sociales políticas económicas con su grado de desarrollo, histórica, en distintas épocas, las diferentes culturas, las relaciones de poder o la cibernética y estos procesos influyen con los modos de vida, gestación, nacimiento crecimiento y desarrollo y al mismo tiempo pueden ser modificados por la especie humana. Esta concepción tiene una mirada que se encuentra atravesada por el paradigma de la complejidad donde cada parte es parte de un todo y el todo no puede funcionar sin una de sus partes. Coincidimos con la perspectiva de la salud colectiva que tiene una mirada que va más allá de lo biológico porque entiende que esos procesos influyen directamente en el proceso salud enfermedad y muerte. Dimensión biológica: costumbres, hábitos, creencias y estructura. Dimensión histórica: Contexto político económico que se vincula con las relaciones de poder. Teniendo en cuenta el perfil epidemiológico, es relevante tomar en cuenta los movimientos colectivos que se reproducen socialmente. En cuanto a la dimensión cultural, se trata de una construcción subjetiva, que involucra al individuo familia y comunidad, con un contexto endógeno y otro exógeno. (Juan Samaja, Hugo Spinelli, Jaime Breilh)

 

Persona: Se refiere a individuos, familia y comunidades. Portador de necesidades sociales, políticas, psicológicas, culturales, económicas e ideológicas determinadas histórica y socialmente. Es decir, desde nuestra concepción, la persona es un sujeto histórico, ético e independiente, con necesidades construidas socioculturalmente. La entendemos también como una totalidad como ruptura, cuyo proceso de vivir deviene en destructividad o en protección, según las relaciones sociales que operan en distintos dominios como el más general de la sociedad, en su conjunto, el dominio particular de sus grupos y el dominio singular de las personas con su cotidianidad. La persona como individuo con la posibilidad de incrementar sus capacidades y habilidades, ejerciendo su libertad, que refuercen a partir de la construcción de vínculos, a las comunidades y sujetos sociales (locales) y cuyo autocentramiento (o acumulación popular autocentrada y descentralizada) procura el desarrollo humano enfocado en las necesidades y en el incremento de los derechos, capacidades y realizaciones propias, con la posibilidad de la creatividad y la solidaridad (Ramón Carrillo, Paulo Freire, Emerson Merhy, Jaime Breilh, Pichon Riviere)

Salud: Desde una perspectiva estructural, conceptualizamos a la salud como un proceso histórico social, y, por lo tanto, una totalidad incluida en la del conflicto y el accionar para su transformación. (Plan de la Carrera de Licenciatura en enfermería). La salud es un constructo social multidimensional atravesado por procesos históricos, que incluye concepciones biológicas en relación con el devenir cultural, condiciones económicas, relaciones de poder contextualizadas en un marco de poderes políticos y los mecanismos de acción necesarios para la transformación y adaptación en la dinámica sociohistórica representativa de los distintos colectivos humanos (Ramón Carrillo, Juan Samaja, Floreal Ferrara, Hugo Spinelli, Mario Rovere, Mario Testa, Jaime Breilh, Daniel Frankel)

 

Cuidado de Enfermería: Acción humana que promueve la vida de las persones. Se dirige al mejoramiento de la calidad de vida de las personas y considera los determinantes ambientales, sociales y económicos de la salud. Respeta las necesidades biológicas, sociales, políticas, psicológicas, culturales, económicas, éticas y culturales. Es un proceso histórico y social, que, desde el concepto de totalidad, incluye el concepto de cuidado de enfermería. Promueve el incremento de las capacidades y habilidades que permitan ejercer su libertad, que refuercen la construcción de vínculos, y el autocentramiento.  Procura el desarrollo humano enfocado en las necesidades y en el incremento de los derechos, capacidades y realizaciones propias, con la posibilidad de la creatividad y la solidaridad. El cuidado de enfermería se brinda en todos los niveles de atención y en todas las etapas de la vida, con competencia humanística, política y técnica, de forma integral. Demanda una actitud ética y legal, garantizando intervenciones libres de riesgo.

Este concepto surge integrando y articulando los conceptos desarrollados por este equipo acerca de SALUD, AMBIENTE y PERSONA con el análisis de los autores latinoamericanos que se ocupan del cuidado, entre ellos la perspectiva de Salud Colectiva que en nuestra universidad tiene un amplio desarrollo a partir del Instituto de Salud Colectiva (ISCO).

 

FUNDAMENTOS GENERALES DE ESTOS CONCEPTOS

La normalidad o anormalidad no pueden ser definidos fuera de un determinado contexto histórico. Cada momento histórico y cada cultura tienen sus particulares formas de definir qué se entiende por salud; enfermedad.

A partir de esta concepción la situación de salud de los diferentes grupos sociales, no sólo está determinada por la organización particular del Estado argentino (o de otros latinoamericanos en este caso) y de las relaciones políticas que caracterizan su trayectoria histórica, la estructura y la dinámica de la sociedad sino por el grado de desarrollo, las relaciones sociales y su relación con el modelo económico, la forma en que éste se inserta en el sistema económico internacional y cómo afecta en las prácticas colectivas. sostenemos que los cambios históricos, su historia social, económica y política, han tenido consecuencias sobre los procesos de producción, la dinámica social, las relaciones sociales de producción y por lo tanto en el proceso salud enfermedad, atención y cuidados. Es por ello por lo que la concepción de este proceso, construido colectiva y socialmente, requiere ser abordado a partir de un modelo teórico, que permita crear condiciones para una comprensión más real y que contemple todas sus dimensiones; es decir que el modelo no sólo responda a las determinaciones biológicas, sino también al conjunto de las condiciones sociales y económicas que actúan sobre la persona, el grupo familiar, el conjunto social y el ambiente en que están insertos.

El concepto de salud-enfermedad remite a su carácter histórico y social en tanto permite identificar: Factores diferenciales de enfermar y morir en grupos humanos, Condiciones diferenciales en la esperanza de vida al nacer, Modalidades diferentes en el crecimiento y envejecimiento de la población según patrones de desgaste y reproducción de la vida. Esta última connotación procesual implica una concepción integral por cuanto se trata de un proceso colectivo en lo cual se articula lo biológico con lo social. Significa que entre lo biológico-individual y lo social-colectivo no hay antagonismo sino efectos de mutua causalidad. De este modo decimos que los hechos de la naturaleza biológica tienen una connotación social pero también biológica. Es decir que los procesos biológicos humanos son también sociales y viceversa. Por ejemplo, las condiciones de enfermar, morir, responden a momentos históricos en los cuales intervienen determinantes biológicas que a su vez inciden en los fenómenos sociales.

Desde el modelo de salud colectiva, se ratifica la referencia a una interpretación que excede el campo biológico y que incluye las dimensiones sociales, políticas, económicas y culturales que intervienen en la definición de los procesos de enfermedad y muerte de las poblaciones.

Estas perspectivas generales, intervienen y condicionan los conceptos aquí desarrollados.​

 

Recomendaciones

   En búsqueda de futuro se necesita avanzar en la teoría de la enfermería en la argentina.  A la luz de las publicaciones y las concepciones actuales de los cuidados enfermeros, insistimos en la adquisición de aptitudes intelectuales como el análisis, la resolución de problemas, el juicio y el pensamiento crítico, las actitudes, los valores y los principios fundamentales de los cuidados enfermeros, lo mismo que el dominio de los procesos de intervención, más que en la adquisición de hechos y de contenidos específicos. La/el enfermera/o que será convenientemente formar en el futuro sabrá aceptar las ambigüedades del moderno universo de los cuidados de la salud. Se trata de un universo complejo, un universo fértil en dilemas éticos y morales, en el cual no hay certezas ni soluciones fáciles y evidentes. No obstante, una sola certeza persiste: todo cambia simultáneamente. Trasformación, complejidad y simultaneidad recurren a una sola capacidad de diferir, crear e inventar. El equipo de Modelos y Teorías de enfermería de la UNLa se propuso para el bienio 2018-2019 el siguiente trabajo de investigación: Modelos conceptuales y teorías identificables en las prácticas sociales de enfermería en el sistema de salud de la Región Sanitaria VI, Provincia de Buenos Aires, 2018-2019. Esta investigación responde a una de las líneas de investigación del Instituto de Salud Colectiva: Modelos de atención y cuidado, que comprende las formas en que los saberes disciplinarios se transforman en prácticas y en función de estas establecen vínculos con los usuarios de los servicios y los sistemas sociosanitarios. Nos constituimos así de ahora en adelante, como “Grupo de Modelos y Teorías”. La metodología de la nueva investigación incluye la consulta a enfermeros sobre su práctica social en el contexto de su cotidianidad, en cualquiera de las siguientes áreas del conocimiento disciplinar: asistencial, promoción de la salud, prevención de enfermedades, rehabilitación y, la confrontación de ese tipo de cuidados con los modelos y teorías de enfermería. Para ello será necesario determinar indicadores de esa práctica. Permite, un análisis profundo de la concepción sobre los cuidados, lo cual implica poder intervenir sobre los mismos en dirección de su transformación para la mejora de la calidad de los cuidados que se brindan al sujeto, familia y comunidad. Considerando que los cuidados de enfermería forman parte del rol fundamental de la disciplina, el desarrollo y las conclusiones de esta investigación implican un beneficio no solamente potencial, sino real tanto para quien brinda y recibe esos cuidados

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Descripción de la metodología empleada

Descripción de los resultados obtenidos

Conclusiones, recomendaciones y propuestas

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Ambiente

Todo
 

Persona
 

Parte

Individuo-Familia-Sociedad

Cuidado de Enfermería

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Salud

Parte

Costumbres-Hábitos-Creencias-Estructura

“Modelos conceptuales y teorías identificables en las prácticas sociales de enfermería en el sistema de salud de la Región Sanitaria VI, Provincia de Buenos Aires, 2018-2019”

 

Nos preguntamos ¿Con qué modelos conceptuales y teorías de enfermería se vinculan los Indicadores de esa práctica social en la Región Sanitaria VI, Provincia de Buenos Aires, año 2018-2019?

 

Nos propusimos identificar y describir los indicadores de la práctica social de enfermería y establecer las vinculaciones de éstas con los modelos conceptuales y las teorías de esta disciplina. Desarrollo que dio lugar al proyecto: conformado como Grupo de Modelos y Teorías de Enfermería de la Universidad Nacional de Lanús este equipo, generó en un estudio previo, una teoría de cuidados enmarcada dentro de la perspectiva del Buen Vivir y el Bienestar, y que en el contexto del avance de la pandemia de COVID-19 adquiere nuevos sentidos, al decir de Edgard Morin (28-10-2011) “El ideal de la sociedad occidental …se ha deteriorado en cosas puramente materiales, el confort y la propiedad de objetos…Y cuando el presidente de Ecuador Rafael Correa propuso esta fórmula del “buen vivir”, retomada luego por Evo Morales, estaba pensando en un desarrollo humano, no solo en el seno de la sociedad sino también en y con la naturaleza. La expresión “buen vivir”, es probablemente más fuerte en español…El término es “activo” en la lengua de Cervantes…Pero esta idea es lo que más se acerca a la idea de calidad de vida, a lo que llamo la poesía de la vida, el amor, el afecto, la convivencia y la alegría, y entonces lo asociado a lo cualitativo, lo que debemos oponer al dominio de lo cuantitativo y de la acumulación.

El buen vivir, la calidad y la poesía de la vida, incluso en su ritmo, son cosas que deben, juntos, guiarnos. Es una bonita finalidad para la humanidad. Eso implica también y simultáneamente frenar cosas como la especulación internacional…si no logramos salvarnos de esos pulpos que nos amenazan y cuya fuerza se acentúa, se acelera, no habrá buen vivir…”. En ese sentido, este grupo de investigación defiende la idea de que tanto la identidad de los pueblos, como gran parte de su cosmovisión ha sido primero destruida y, después, construida en base a una modernidad, un desarrollo y una globalización homogeneizadora según los intereses dominantes de cada momento, también que estos pueblos han presentado formas de resistencia que han llegado hasta la actualidad y que pueden ser un camino para conseguir sus fines de autodeterminación y autogestión.

 

Resulta imprescindible ejercitar el derecho a la autodeterminación de los pueblos para que esta responsabilidad situada en el presente, responda a un análisis diacrónico que entienda las relaciones que se han conformado históricamente y que rompa con las homogenizaciones de las dualidades “desarrollado-en vías de desarrollo”, “occidente-resto del mundo”, “género”, “pobre-rico/a” y “originario-no originario” para construir las bases de un relato identitario propio que no siga dependiendo de construcciones ajenas. Solo a través de este pensamiento libre e independiente, la diversidad de identidades podrá sobrevivir a una etnicidad surgida de una conceptualización homogénea del Buen Vivir que se erigió más como un aparato institucional que como una alternativa real de buena vida para los pueblos. 

Siguiendo esta idea, entendemos a la Enfermería como una ciencia humana, construida más allá del positivismo científico-tecnológico, dado que nuestro objeto de estudio lo constituyen los deseos, problemas, las estrategias de acción e intervenciones que se presentan en el curso de la reproducción social, asumiendo un compromiso social con el buen vivir y el bienestar de las personas, familias, grupos, comunidades y pueblos. En el contacto con el otro, en el cuidado de enfermería como en otros tipos de contactos, se construye la subjetividad, influida por la internalización de los valores sociales de cada momento histórico, que se entrelazan con la modalidad pulsional singular de cada persona. En todo este entramado se configura lo humano, la relación, el vínculo, que es singular para cada sujeto, a este proceso podemos llamarlo el aprendizaje del cuidar y del cuidarse. El cuidado pone siempre en relación dos o más personas en posiciones diferentes y complementarias, además de interdependientes porque ambos deben cumplir determinados objetivos y es posible cuando se reconoce la vulnerabilidad, propia y ajena.

 

Esto implica reciprocidad, la cual toma diversos modos e intensidad a lo largo de la vida de cada persona. En la búsqueda de captar estos vínculos a través del relato, para transformarlo en reflejo de lo que sucede en la realidad, nos apegamos a la idea que el sujeto humano se construye a través del habla, que es individual y social, somos fruto del lenguaje (según Heidegger “la casa del ser”) y es ahí donde se ata la adscripción subjetiva. Existe un sujeto social que es el sujeto condicionado por la historia, el sujeto contingente de las circunstancias (“asujetado”). Pero también hay el sujeto que ejerce su responsabilidad discursiva, que se nombra a sí mismo cuando habla, un sujeto del discurso, el cual introduce necesariamente el sentido de sus actos por efecto del lenguaje. Sin discurso no hay subjetividad. El sujeto del discurso habla y es hablado por otros.

 

Hay una construcción social del discurso y a la vez una subjetivación del mismo. Michel Foucault (1981), ha sido crítico de lo que puede llamarse una concepción tradicional del sujeto, es decir, aquella que piensa al sujeto como un individuo que está completamente dotado de conciencia, como una entidad autónoma y estable, y como la fuente independiente y auténtica de la acción y el sentido. Concibe al sujeto como producto del discurso en dos diferentes sentidos: como sujetos que personifican las formas particulares de conocimiento que el discurso produce, y como lugares para el sujeto (posiciones subjetivas). Desde esta perspectiva el sujeto es producido "como un efecto" a través y dentro del discurso, en el interior de formaciones discursivas específicas e históricamente situadas. De ahí que todos los individuos en un periodo determinado lleguen a ser sujetos de un discurso particular y, por lo tanto, portadores de su poder-conocimiento, en ese sentido expresa Merhy (2016) que el trabajo “produce” al hombre, podemos decir entonces que el cuidado produce al cuidador. Además, tenemos a ese sujeto que se constituye como carencia en relación a un objeto, que se constituye en el lugar de la falta: el sujeto del deseo, y que puede transformarse en el motor de los cambios necesarios para transformar los cuidados en el sentido que sea necesario, Merhy (2016) habla de la posibilidad de revolución a partir del deseo.

 

La subjetividad es condición propia del ser humano. A este-sujeto, se lo puede conceptualizar como el punto de encuentro, de intersección, de tres aspectos que conforman lo intrapsíquico, lo interpersonal y lo sociopolítico, sujeto que determina o condiciona a todas y cada una de sus actividades mientras les otorga su propia característica y significado, pero sabemos que pocas veces esta característica y significado se ha captado; existe poco desarrollo para crear detectores como los indicadores de salud (Merhy 2016), eso hace relevante captar, reconocer el cuidado que se brinda aquí y ahora. Lo distintivo que define la subjetividad con aquello que manifiesta, constituye la diferencia peculiar, que, en relación con la política, la eleva a la dignidad de la ética.

 

Un sistema complejo, dentro del cual las formas constitutivas personales pueden tener una significación diferente, partiendo de la historia diferenciada de cada sujeto individual y de los acopios culturales. Para los fines del presente constructo teórico, rescatamos el concepto de subjetividad desde una perspectiva histórica, cultural y político-ética, como un proceso que representa una forma diferente de constitución de lo real, caracterizada por la naturaleza de sistemas simbólicos, de significación y de sentido en los que aparece establecida la experiencia humana. Desde el punto de vista social y político, lo más poderoso de la subjetivación, no es que uno se piense, sino que uno se piense y a la vez piense que alguien, el otro, lo piensa a uno. Esta es la base de la subjetividad política, y en ese sentido es necesario acercarnos a las formas en que puede manifestarse la búsqueda de bienestar, que encuentra desde la mirada política alguna diferencia que es necesario captar, cuando se trata de cuidados a poblaciones que viven en la marginalidad, ya que el bienestar se piensa, desde la defensa de los derechos de las personas que no alcanzaron el mínimo de dignidad en sus condiciones de vida. Siempre en dirección de la necesidad de captar el vínculo que se produce al momento del cuidado, teniendo en cuenta que estos cuidados se producen en la relación de trabajadores del sistema de salud (las/os enfermeras/os) con las personas cuidadas (en tanto sujetos/personas, sujetos/familia o sujetos/comunidades), es relevante considerar el concepto de subjetividad social , en el sentido que se configura dentro de los diferentes espacios e instituciones que caracterizan la vida social del hombre y determina que los procesos y fenómenos generales adquieran sentido subjetivo en el curso de la acción de personas, grupos, comunidades e instituciones, que es independiente a la suma de las subjetividades individuales que la integran, complementando la subjetividad con la naturaleza histórico-cultural del sujeto, que en su interrelación, configuran la compleja trama social. 

 

La subjetividad social no es externa en relación a la individual, sino que la integra dentro de otro nivel cualitativo de constitución del fenómeno subjetivo, el social. Lo social y lo cultural alcanzan su dimensión histórica en el sujeto individual, en la constitución de lo subjetivo, y define por ende el carácter histórico del hombre. De igual forma la subjetividad social está constituida en los diferentes procesos que caracterizan las redes de relaciones de los individuos dentro de los diferentes sistemas que constituyen la vida social. "Entendemos como subjetividad social, precisamente el sistema integral de configuraciones subjetivas (grupales o individuales), que se articulan en los distintos niveles de la vida social, implicándose de forma diferenciada en las distintas instituciones, grupos y formaciones de una sociedad concreta. Estas formas tan disímiles, guardan complejas relaciones entre sí y con el sistema de determinantes de cada sociedad concreta…" (González Rey, 2008).

 

Si lo que pueda captarse de los cuidados, no abarca una gran extensión, aunque si una cierta profundidad, es pertinente tomar a Juan Samaja, cuando expresa que la naturaleza última del ser-complejo consiste en estar en un constante proceso de reconstrucción, en el cual el “…actor humano asume la posición genérica de “actantes” del rol respectivo =miembro familiar, ciudadano de un Estado, agente de empresas u organizaciones varias, etc. En tal sentido, la reproducción social (como nombre de la dinámica más general del ser-complejo) puede ser analogada con la función piagetiana de la “asimilación”. Sin embargo, esta metáfora orgánica debe ser traducida al elemento propio de los fenómenos socioculturales, es decir, a las representaciones y a los fenómenos de conciencia recognoscitiva”, por ello la descripción de los cuidados de determinado colectivo de enfermería en relación a determinada comunidad, es representativa de los rasgos “asimilados” del vínculo cuidador- sujeto cuidado de ese tiempo y lugar. Ratificando lo anterior en cuanto a la búsqueda de rasgos, características del vínculo cuidador/sujeto cuidado, en definitiva, al cuidado que ese vínculo produce, entendemos que para el desarrollo de la representación social, el concepto de subjetividad, desde un punto de vista histórico cultural, adquiere significado como parte de un sistema teórico completamente nuevo: la subjetividad se entiende no como fenómenos exclusivamente individuales, sino como un aspecto importante de cualquier fenómeno social.

 

El concepto de subjetividad social se discute en sus consecuencias para el desarrollo de la representación social. Esta discusión envuelve a la subjetividad social, al sujeto y a la representación social en un sistema complejo y dinámico. Desde una perspectiva histórico-cultural, la subjetividad abre nuevas opciones para el desarrollo de las representaciones sociales y, sobre todo, permite una integración entre lo individual y lo social, nos permite ver que la organización psíquica individual se desarrolla en la experiencia social e histórica de los individuos, y considerar como las acciones de los individuos, que son inseparables de su producción subjetiva, tienen un impacto que se asocia a nuevos procesos de transformación de las formas de vida y organización social. Entendemos que la subjetividad considera a la persona en su entorno, como una totalidad portadora de la síntesis de lo objetivo y lo subjetivo, en un contexto de interinfluencias, donde, al mismo tiempo en que se incorpora la realidad a la subjetividad, también se traslada el producto de la subjetividad a la realidad. Cada punta de esta relación es aplicable en la determinación o condicionamiento de la realidad social.

 

Se subraya la relevancia de lograr indicadores que permitan caracterizar el cuidado, en tanto prácticas sociales de las/os enfermeras/os, cuando pensamos al sujeto social formulándose como ciudadano, donde su objeto de elección es el Estado, en el caso de los cuidados, los que se brindan desde el sistema público de salud, el Estado es el Otro (Renaud Strada,1994), desde dónde se piensa a sí mismo y dónde espera encontrar las respuestas. Toda subjetividad política plena se asemeja a la ciudadanía ejercida, la cual es producto de la toma de  conciencia del sujeto de su pertenencia al mundo colectivo, de su dependencia respecto a él, de su deber hacia él. La subjetividad que se encarna en la/el ciudadana/o concreta/o, en el ejercicio real de ciudadanía, es la que opina, participa, construye lo público desde su singularidad.

 

La reproducción social es el conjunto de acciones mediante las cuales sus diversos sujetos (personas, familias, grupos) satisfacen, en una escala de acoplamientos, las necesidades de sus propios funcionamientos en anuencia con las regulaciones que le dan validez. Si se buscan indicadores de la práctica social de enfermería, según la enfermería aquí y ahora, lo que se hace y lo que se desea hacer, se buscan en el sentido de la experiencia histórica, que, según Foucault (1981), es aquella donde se mezclan tanto las formaciones discursivas precisas como los intentos de prácticas.

 

Teniendo en cuenta las emociones y los afectos y tomándolos como actores de la historia, se asume la historia de los cuerpos como el primer lugar donde se inscribe y se recibe la política. El cuerpo es el primer lugar de recepción y reacción al poder político, a sus indicaciones y a sus efectos, recibe además lo que procede de los lugares de lo político. En ese cuerpo de las personas es dónde se inicia la lucha “el cuerpo está roto en ritmos de trabajo, de reposo y de fiesta; intoxicado por veneno-alimentos o valores, hábitos alimentarios y leyes morales todo junto; él se edifica de resistencias” (Foucault, 1981), desde esto podemos desplazar la reflexión observando que el poder avanza primeramente en el cuerpo y se encuentra expuesto en él cotidianamente. Desde su perspectiva la subjetividad es resultado de los mecanismos de normalización en el individuo, es decir, de la forma en que los dispositivos disciplinarios se articulan entre sí y producen un tipo de mentalidad congruente con las condiciones culturales existentes pero además, su trabajo se enfocó en estudiar cómo se constituyen los sujetos en diferentes momentos y contextos institucionales en tanto objetos de conocimiento posible, deseable e indispensable, y dentro de qué esquemas cobra forma la experiencia de "sí mismos". En ese caso el "conocerse a sí mismo" de Foucault, como el eje del análisis es relevante.

 

El "conocimiento de sí" recibe su significación en relación con la cuestión del "cuidado de sí", entendido como experiencia y también como técnica que elabora y transforma esa experiencia. Por lo tanto, reconstruir la historia del "cuidado" y de las "técnicas" de sí sería para Foucault una manera de hacer la historia de la subjetividad. Para Bourdieu “conocemos por el cuerpo” va en el mismo sentido, implica visibilizar el conocimiento, hacer inteligibles al cuerpo, los acontecimientos. Aparece otro aspecto del reconocimiento de las prácticas sociales de enfermería, aquí y ahora, representadas en indicadores, y también del contexto donde ellas se producen, y es a partir de reconocer que la singularidad de las personas se forma en y por las relaciones sociales como ya fue dicho. En ese sentido, la realidad tiene un componente constitutivo que incluye a las personas de manera integral, y esto quiere decir, su existencia material junto a su mundo interno; sus acciones, comportamientos externos, van siempre acompañados de sus referentes ideológicos internos, los estados psicológicos que se actualizan son expresión del sujeto como totalidad y condicionan su comportamiento.

 

La realidad social que sirve de contexto a la actuación de las personas, constituida fundamentalmente por el mundo de las cosas, el mundo de las personas y el de las relaciones más diversas entre todos ellos, por contar con la presencia y acción de seres humanos, deja abierto un evidente espacio para la construcción de elementos que se incorporan a la propia realidad y que tienen en su determinación un fuerte componente subjetivo, y allí es donde se requiere también, reconocer el contexto de esas prácticas sociales. En la medida en que todos experimentan el mundo, la subjetividad adquiere un valor universal, todo el mundo existe en el centro de un campo fenomenológico y, por consiguiente, tiene cierto acceso a la experiencia y a determinado conocimiento sobre sí mismo y su entorno.

 

En la medida en que todo el mundo tiene cierta forma de subjetividad, existe como sujeto. Guattari (1996) propone una concepción más transversal de la subjetividad que permita responder a la vez de sus territorios existenciales y de sus aperturas a sistemas de valor con implicaciones sociales y culturales. Expresa que en ciertos contextos sociales la subjetividad se hace individual –una persona tenida por responsable de sí misma se sitúa en el seno de relaciones de alteridad regidas por usos familiares, costumbres locales, leyes jurídicas, etc.- en otras condiciones, la subjetividad se hace colectiva, esto no significa que se vuelve social ya que lo “colectivo” implica el sentido de la multiplicidad que se despliega más allá de la persona. 

Cada individuo, cada grupo social vehiculiza su propio sistema de modelización de subjetividad, una cartografía hecha de puntos de referencia cognitivos, pero también míticos, rituales, sintomatológicos, etc. A partir de estos, se posiciona en relación con sus afectos, sus angustias e intenta ordenar sus retraimientos y pulsiones. Sostiene que las fuerzas sociales que administra el capitalismo han entendido que producir subjetividad tal vez sea más importante que cualquier otro tipo de producción. El contexto de la aplicación de políticas económicas neoliberales al campo de la salud, en la Argentina, en el período de estudio (2018-2019), aporta un condicionante a destacar en la lectura de este contexto y las implicancias que ha tenido para la producción del cuidado.

 

Siguiendo el sentido de lo antes referido, en cuanto a contexto, entendemos que la acción social es concebida en virtud de una estructura social que la determina, y al mismo tiempo deja un espacio a la voluntad de la persona mediante el sentido subjetivo y su personalidad. Lo político es una dimensión propia de toda individualidad humana que se produce en el mundo: lugar de encuentro, diálogo, negociación, pacto y circulación de la palabra (Arendt, 1987). Desde los diversos espacios la cotidianeidad del ejercicio de ciudadanía requiere de la libertad que surge de igualdades básicas y el respeto a cada uno de los ciudadanos. La práctica de ciudadanía corresponde al ejercicio de la libertad pública la cual exige un andamiaje democrático: organizaciones, legislaciones, cultura política, etc. que defiendan los Derechos Humanos sin excepciones, el fomento de la libertad individual y colectiva, la justicia y la solidaridad, sin ellas el cuidado como máxima defensa de la vida, no se puede dar.

 

La subjetividad colectiva puede conceptualizarse como un proceso de articulación de significados que se vinculan con las formas de dar sentido y desarrollar acciones, en este caso, prácticas sociales de enfermería. Esto permite concebirla como un proceso móvil que articula elementos diversos (cognitivos, emotivos, éticos, estéticos, etc.) dándole significado a situaciones particulares así, a la reproducción del orden social mediante disposiciones que den lugar a prácticas que persisten en las relaciones sociales, o en la generación de otras que conduzcan a praxis transformadoras. La acción, como acto humano, se realiza en un universo de significaciones propio de la cultura, lo que hace que el espacio de la cultura sea un espacio de experiencia que impregna de intersubjetividad el campo en que se desarrolla la acción.

 

Como expresa Gramsci (1975), el terreno de la cultura se transforma en un campo de conflicto y de construcción de visiones del mundo, esencialmente cuando se produce la articulación de los códigos culturales en una subjetividad colectiva, que reconoce otros espacios de constitución provenientes, por ejemplo, de la historia y la visión del mundo. Las acciones colectivas (prácticas y praxis) ya sean habituales o novedosas impactan en la conformación de la subjetividad colectiva e incorporan nuevos sentidos o pueden aparecer nuevos códigos o resurgir viejos. La subjetividad colectiva articulada en un sujeto social debe inscribir elementos particulares que permita la acción colectiva. La disposición para la acción y la relación con el otro mediante lo que Gramsci (1975) llamó “voluntad colectiva”: inscripción en el sujeto de la voluntad colectiva, supone incorporarle elementos de sentidos que pueden ser cognitivos, pero también emotivos y éticos que añaden capacidad y disposición de acción al sujeto, es desde aquí donde se hace más consistente, la perspectiva de cuidado desde el bienestar, en tanto búsqueda de transformación de necesidades, en derechos.

 

Si interpelamos todo lo expuesto precedentemente a la conceptualización del “Cuidado como acción” se instalan los aspectos relacionados a los vínculos, entendidos como los sistemas de relaciones, en el sentido del correlato del lazo social, las formas de redes de sostén, de mecanismos de sostén que establecemos las personas en todo el ciclo vital. El lazo social, como aquel o aquellos procesos vinculares que afectan u operan sobre la persona o su condición micro- social, y que desde este espacio individual- personal- singular, afecta sobre lo macrosocial. El lazo social no es unidireccional, sino que debe ser evaluado en relación a otro u otros. Lo social está marcado entonces por las relaciones humanas que se establecen en diferentes contextos y que al incorporar determinadas pautas de interacción, se convierten en relaciones grupales, sociales, de trabajo, etc. y se concretan en comportamientos objetivos que no se generan de manera espontánea pues tienen un referente interpretativo-vincular, responden a una comprensión y una asimilación particular de la realidad con la que se interactúa a la vez que incorporan pautas circunstanciales que las pueden modificar en su naturaleza.

 

La subjetivación de la realidad cobra valor objetivo cuando se devuelve a la realidad en forma de acciones, de cuidados, cuando la decisión de actuar en un sentido determinado respalda las acciones humanas, aún en condiciones reales objetivas que las contextualizan y pueden facilitar o entorpecerlas al definir el rango en que puede realizarse la voluntad. Partiendo de tales consideraciones, la realidad social no puede abstraerse de su reflejo. Es social porque es compartida a partir de interacciones que condicionan tipos de relaciones y su influencia nos llega mediada por esas relaciones que se extienden como una red que logra diferentes niveles de alcance en la misma medida en que logra diferentes niveles de inclusión. La sociedad es tal porque reúne, organiza, coordina, la existencia y actividad de seres humanos; personas y grupos de diferente nivel de integración y organización. Estas personas y grupos existen y actúan a partir de alguna forma de refracción del segmento del mundo donde realizan su vida y son afectados de diferente forma en la misma medida que esos distintos niveles en que se estructura ese segmento del mundo, los incluye. Esta es la forma de existencia natural de las personas en la sociedad: refractando y actuando.

 

La concepción de subjetividad como un proceso de articulación de sentidos frente a situaciones específicas nos lleva a su lógica de conformación y su funcionamiento como una instancia de mediación entre la estructuración del orden social y la acción colectiva. El problema del vínculo entre estructuras (orden social) y acción ha sido trabajado desde las ciencias sociales fundamentalmente a partir de dicotomías como micro-macro, sujetoobjeto, actor-sistema. La subjetividad social es la forma en que se integran sentidos subjetivos y configuraciones subjetivas de diferentes espacios sociales, formando un verdadero sistema en el cual lo que ocurre en cada espacio social concreto, como familia, escuela, grupo informal, sistema de salud etc. está alimentado por producciones subjetivas de otros espacios sociales. Expresa las producciones simbólicas y emocionales, configuradas en las dimensiones histórica y social de las actividades humanas; la historia, tanto de las personas involucradas en un espacio social, como de ese espacio social en su articulación con otros. Así el sentido subjetivo fundamenta una definición de subjetividad, que no se restringe a los procesos y a las formas de organización de la subjetividad individual, sino que involucra la definición de una subjetividad social.

 

No existen invariantes universales que estén en la base de la producción de sentidos subjetivos, ellos se forman de manera diversificada en la vida social, a través de la historia y los contextos actuales de esa vida social. Todo el material simbólico y emocional que constituyen los sentidos subjetivos se producen en la experiencia de vida de la personas, no como operaciones que se interiorizan sino como producciones que resultan de la identificación, comparación e interrelación entre las disposiciones subjetivas de los sujetos implicados en un campo de actividad social y los sentidos subjetivos que emergen de las acciones y procesos vividos por esos sujetos en esos espacios, que son inseparables de las configuraciones de la subjetividad social en la cual cada espacio de vida social está integrado. Si unimos todos los aspectos de la subjetividad, el sujeto corresponsable que se piensa desde el Estado y el sujeto de deseo que se piensa desde la carencia y genera deseo, ambos se funden en un escenario político que anima la tensión hacia el otro, en un marco de igualdad jurídica, desde una filosofía de la inclusión y de igualdad de géneros. Una política más dinámica, solidaria y creativa.

 

El proceso de trabajo que produjo este análisis, conduce a diversas preguntas y reflexiones, ¿podría fomentarse un acercamiento, reflexivo a las características culturales y geopolíticas de nuestra realidad latinoamericana como profesionales del cuidado humano?, ¿este tipo de estudios puede llevarse cabo sin caer en las trampas de los discursos, las categorías y los lenguajes dominantes? y ¿cómo, de la misma manera, puede evitarse caer en sentimentalismos y paternalismos excluyentes y pensamientos producidos por la dominación ideológica capitalista, que imposibilita una construcción basada en el reconocimiento, la comprensión y el respeto por los pueblos latinoamericanos?

 

En la elaboración del presente estudio, se ha cursado por instancias de insubordinación al “método” tradicional, decisión intencional cuyo objetivo fue evitar adscribir a un tipo de pensamiento hegemónico occidental, antiguo y colonial (entre otras) muy cómodo e inviolable de mantener para algunos. En el desarrollo del presente estudio, se ha observado en reiteradas oportunidades, la distancia existente entre lo teórico y lo práctico, entre el estudio y la acción. Regularmente se omite hablar con las/los actores contextuados, sin un análisis profundo de las situaciones existentes. Esta construcción teórica no puede ni debe ser superficial y alejada de la realidad.

 

El propósito es mejorar una situación en la medida que sea mejorable, realizando un estudio de las problemáticas y los actores reales. Esto ha sido fundamental en el desarrollo de la propuesta, un trabajo decidido en ella y a su alrededor, intentando retroalimentar ambos espacios (aunque en muchas ocasiones eran el mismo “lugar”) y tratando no solamente de observar, discutir y analizar sobre un objeto de estudio determinado -en este caso la propuesta de enfermería sobre el Buen Vivir y el Bienestar- producto de la investigación previa, sino de formar parte de los procesos que en nuestros espacios ocurren. Es decir, un intento de orientar, en próximos trabajos, hacia una investigación-acción-transformación que sirva para algo más que alimentar bibliografías y curriculum personales.

 

En este escenario identitario latinoamericano se presentan interrelaciones complejas en el contexto de construcción histórico-político, cultural y social. Sin pretender una homogeneización que invisibilice la riqueza y diversidad de expresiones y experiencias que se han originado durante la evolución conjunta y particular, de los pueblos, se ha señalado cómo la modernidad ahoga las sociedades regionales y locales con tres de sus “mitos” más poderosos: a) un mercado globalizado de consumo capitalista que pretende instalarse como algo aplicable a todos los pueblos-sociedades bajo la premisa de una conducta económica semejante; b) un conocimiento científico construido como superior al saber popular local y c) una corrección ficticia de la modernidad (y peligrosa en su definición dentro del paradigma del mundo globalizado del siglo XXI) que apoya el alejarse de todo lo originario, propio de cada comunidad, de cada pueblo por una identidad “universal”.

 

Sin embargo, esto sólo es “alcanzable” para unas y unos pocos elegidos, conformando unas relaciones de poder desequilibradas entre los y las que se encuentran dentro del sistema y aquellos/as que se quedan fuera. Es una actualidad fragmentaria y tramposa; fragmentaria porque no ha satisfecho las necesidades, deseos de las diferentes sociedades, y tramposa, porque la realidad de nuestros pueblos revela su inoperancia, su arbitrariedad y su insostenibilidad. Asimismo, una de las últimas artimañas del neocapitalismo globalizado, ha permeado los imaginarios sociales con “lo que debe ser” y “cómo debe ser” “la meritocracia” etc. Estas últimas como herramientas sacralizadas para alcanzar el “status” modernista occidental que utiliza los mismos patrones que la narrativa en la que se inserta. Así funciona un sistema capitalista disfrazado de elección económica y satisfacción de necesidades.

 

Un aparente respeto por los conocimientos locales, que se refleja en la imposición de una metodología específica y ferozmente institucionalizada que hay que seguir al pie de la letra para poder optar a “desarrollarse” y en una comprensión de las realidades locales “sin colonialismo”, que irónicamente se substancia en un diagnóstico de situación generalmente realizado por tecnócratas afines al sistema, a partir de la consigna de que todos/as necesitan el mismo desarrollo, pero con matices locales. De este modo, se contextualiza un desarrollo progresivo e idéntico de todas las sociedadespueblos que se presenta como un modelo problemático e inapropiado, que origina más conflictos y enfrentamientos que cualquier verdadero y autónomo desarrollo. Además, los territorios cobran una importancia cada vez mayor como factor de desarrollo para afrontar los grandes procesos de cambio en el orden social, económico y político, ya que en los espacios locales se hace efectiva la interactuación de dos esferas de difícil adecuación: lo local y lo global. Y seguramente desde lo local se puede salir de los intentos globalizadores.

 

Tras lo expuesto, la pregunta necesaria que surgió, si existen prácticas dentro de este Buen Vivir y Bienestar que hayan realizado estos ejercicios de reflexión y representen verdaderos espacios de vida plena para todas y todos o si estos conceptos que pretenden una “integralidad” se quedan en un nivel superficial segmentario y parcial, desarrollando -al igual que los sistemas occidentales que critican-, homogeneizaciones que hacen invisibles las realidades existentes en nuestro contexto. Este reto se ha situado en hacer un ejercicio de descripción, reflexión y diagnóstico para establecer desde dónde y en qué grado aparece lo precedente, desde la mirada específica de la enfermería y en la capacidad, a partir de ello, de establecer una propuesta disciplinar territorial latinoamericana responsable, que tengan en cuenta las relaciones que se generan para enfrentar los efectos acaecidos, las exigencias presentes y los retos futuros de un mundo regional y local desigualmente globalizado.

 

Esta investigación responde a una de las líneas de investigación del Instituto de Salud Colectiva: Modelos de atención y cuidado, que comprende las formas en que los saberes disciplinarios se transforman en prácticas y en función de las mismas establecen vínculos con los usuarios de los servicios y los sistemas sociosanitarios. A su vez, se entiende, en el marco de la perspectiva propuesta por la Universidad de Lanús, a través del Centro de Estudios de Integración Latinoamericana “Manuel Ugarte”, que es necesario reflexionar en torno a las epistemologías y pensamientos construidos en Nuestra América o que parten de un distanciamiento epistémicometodológico respecto de la tradición eurocéntrica, apostando por la descolonización cultural y epistémica. Otras formas de pensar, críticas y alternativas de las epistemologías, metodologías y criterios de validez del positivismo científico, que como dijimos antes, se pretenden universales y ahistóricas.

 

Este posicionamiento fue ratificado por este equipo de investigación, en el Congreso “Desafíos de la Educación Superior en Nuestra América: a Cien años de la Reforma Universitaria” en el año 2018. En este sentido, por esta serie de tensiones conceptuales y metodológicas, puestas en juego en las prácticas sociales de enfermería, es que nuestra Hipótesis plantea que los modelos conceptuales y teorías de enfermería vinculadas con las prácticas sociales de enfermería, en la Región Sanitaria VI, del Ministerio de Salud, de la Provincia de Buenos Aires, son diversas y hasta contradictorias. 2) Descripción de la metodología empleada. La metodología utilizada consiste en una triangulación metodológica, ya que se combinaron varios métodos de recogida de datos para lograr un mejor acercamiento a la realidad investigada. Se propuso recurrir a entrevistas y grupos de discusión, con profesionales de enfermería de todos los niveles de atención del sistema de salud de la Región Sanitaria VI, analizando su propia práctica. Tarea que como mínimo conto con la presencia de dos investigadores por entrevista/grupo de discusión, que realizaban el registro mediante grabación sonora, registros escritos, y en algunos casos con grabadora de voz a texto. Posteriormente se cuantificaron las entrevistas, las instituciones en las que se trabajó por nivel de atención y los municipios involucrados en el estudio. Al finalizar el estudio cualitativo, se cuantificaron los indicadores de contexto y de la práctica social de enfermería según los tres niveles de atención del sistema de salud en la Región citada, años 2018-2019, a partir de las categorías y subcategorías alcanzadas. Esta metodología cualitativa permite, un análisis profundo de la concepción de los participantes sobre los cuidados.

 

Por lo que se explicita más adelante, la metodología que prevaleció es la entrevista, incluye la consulta a enfermeros sobre la práctica social en el contexto de su cotidianidad, en cualquiera de las siguientes áreas del conocimiento disciplinar: asistencial, promoción de la salud, prevención de enfermedades, rehabilitación, en los tres niveles de atención, primero, segundo y tercero (Centros Primarios de Salud, Hospitales de agudos y crónicos monovalente, y de rehabilitación psicomotriz) y la confrontación de ese tipo de cuidados con los modelos y teorías de enfermería, para ello se buscó apelar a los cuatros conceptos y proposiciones del metaparadigma de enfermería: persona, ambiente, salud y enfermería. En este mismo sentido se consideró necesario determinar indicadores de esa práctica. La metodología cualitativa y en este caso la entrevista en profundidad, metodología que prevaleció en el estudio, es el recurso para el conocimiento de “otros” y la validez de los datos está fuera de discusión en las ciencias sociales. Resalta un rasgo del proceso de conocimiento de la epistemología del Sujeto Conocido, que es el de la construcción cooperativa del conocimiento, donde se evidencia que disímiles formas de conocer producen un conocimiento igual de legítimo (Vasilachis de Gialdino, 2009) Esto ha implicado adentrase en la vida del trabajo cotidiano del personal de enfermería, planteando un guion sobre temas generales, sumergiéndonos en aspectos que gradualmente van apareciendo y que poseen la ventaja de darse en un contexto de interacción directo, personalizado, espontáneo, flexible (Robles, 2011). La entrevista es una construcción entre subjetividades.

 

Cada miembro – investigador, entrevistado- es expresión de un colectivo que expresa la superestructura dominante, por eso afirmamos que el discurso depende del lugar que se ocupa socialmente (Bourdieu, 1985). Reuniones orientadas hacia la comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como las expresan sus propias palabras (Bogdan, 1990). Nuestras preguntas iniciales fueron diseñadas para recibir información vinculada con aspectos de la micropolítica del cuidado y su contexto: ¿Qué hacen? Y ¿Por qué lo hacen?, iniciando así un proceso de intercambio que no es formal, de preguntas y respuestas que nos acerquen a lo que Emerson Merhy (2016) denomina “trabajo vivo en acto”. La metodología planteada tiene la posibilidad de mostrar diferentes modelos de salud, de cuidados, a partir de adentrarnos en ese trabajo vivo en acto, relatado, tomando registro de los encuentros entre los sujetos cuidados (individuos, familias y comunidades), portadores de necesidades de salud y un trabajador de la salud (enfermera/o) portador de determinados saberes específicos y prácticas, buscando una posible solución a sus problemas de salud.

 

Entendemos que el trabajador de la salud, en este caso enfermera/o, opera en un espacio que Merhy (2016) denomina “autogobierno” que le da incluso la posibilidad de “privatizar” el uso de ese espacio según el modelo que condiciona esos actos, sin tener que rendir cuentas de qué hace y porque lo hace. De esta manera nos adentramos en lo que Merhy (2016) llama “producción del cuidado” y que finalmente, a partir del análisis de la micropolítica, se comprenden los procesos que gobiernan las instituciones. Así, en particular destacamos el papel de los procesos de constitución y reproducción de los territorios existenciales autorreferenciales a los cuáles los trabajadores están “pegados”, como resultado de procesos agenciadores subjetivantes que los producen como “grupos sujetados”, al decir de Guattari. En este sentido, cabe destacar tanto el papel que desempeñan en cuanto a la captura de subjetividades-por ejemplo-, las ideologías “domesticadoras” de los trabajadores- como las conformaciones subjetivantes que la propia dinámica del trabajo impone al modelar el cuerpo como “herramienta de trabajo”, sus espacios, tiempos (Guattari,1992; Foulcalt,1981), e incluso modos de sentir.” (Merhy, 2016).

 

El análisis de las entrevistas en profundidad implicó diversas etapas, buscando construir la realidad de los entrevistados, entendiendo que se hizo desde una percepción indirecta y parcial, ya que no es posible comprobar o comprender esa experiencia tal como la ha vivido quien ha sido entrevistado. Este análisis implica un proceso de reflexión para acceder a la esencia de las prácticas analizadas (Robles,2011), que nos lleva a entender y comprender (González y Cano, 2010), que exige el esfuerzo de ir más allá de la narración expuesta. Se ha seguido el criterio que propone Hernández y colaboradores (2003) que consiste en revisar todos los materiales al inicio del trabajo de análisis, etiquetar, organizarlos y clasificarlos según criterios lógicos, en principio registrando datos que se consideran de contexto y luego datos que refieren claramente actos de cuidado y explicaciones del sentido que tiene cada acto, tomando solo los registros legibles y claros. Se generaron así, en procesos subsiguientes, categorías de análisis y subcategorías con el máximo de dispersión posible, incluyendo temas emergentes, para luego agrupar algunas que mostraron mayor proximidad conceptual, en algunos casos las que permitían que unas expliquen otras (Hernández y colaboradores, 2003)

 

La información teórica que aporte este estudio permitirá ser utilizada, a futuro, para fomentar las prácticas que se ajusten a los modelos que sostienen las prácticas que fomentan el cuidado de la salud como un proceso histórico social y por lo tanto una totalidad incluida en la del conflicto y el accionar para su transformación. Reconociendo a la salud como un derecho, y a la atención de la salud como una prioridad sin distinciones de ninguna naturaleza y a disposición de todos los individuos, familias y comunidades.

 

En ese sentido estos son los principales supuestos desde el Grupo de Modelos y Teorías de Enfermería de la Universidad Nacional de Lanús, desde la perspectiva de Cuidados del Buen Vivir y el Bienestar (Nacional y Latinoamericana):

 

SALUD Nos referimos a la salud/enfermedad de sujetos, familias y comunidades, a la percepción del nivel de bienestar físico, mental y social, al comportamiento de las estructuras corporales, procesos fisiológicos y la capacidad de interacción con otros y con el medio. No sólo responde a las determinaciones -condicionantes biológicas, sino también al conjunto de las condiciones, sociales, económicas psicológicas y espirituales que interaccionan en y entre los sujetos. Desde una perspectiva estructural, la salud se entiende como un proceso histórico social, y por lo tanto, una totalidad donde está incluido el conflicto. Salud/enfermedad de sujetos (personas, familias y comunidades), a la percepción del nivel de bienestar físico, mental, espiritual y social, al comportamiento de las estructuras corporales, procesos fisiológicos y la capacidad de interacción con otros y con el medio.

 

PERSONA Sujeto histórico, ético e independiente. Sujeto-Individuo, sujeto-familias y sujeto- comunidades. Portador de derechos y necesidades sociales, políticas, psicológicas, culturales, económicas e ideológicas determinados-condicionados histórica y socialmente. Es decir, desde nuestra concepción, la persona es un sujeto con necesidades construidas socioculturalmente. La entendemos también como una totalidad como ruptura, cuyo proceso de vivir deviene en destructividad o en protección, según las relaciones sociales que operan en distintos dominios como el más general de la sociedad, en su conjunto, el dominio particular de sus grupos y el dominio singular de las personas con su cotidianidad. Posee la posibilidad de incrementar sus capacidades y habilidades, ejerciendo su libertad, que refuercen a partir de la construcción de vínculos, a las comunidades y sujetos sociales (locales) y cuyo autocentramiento (o acumulación popular autocentrada y descentralizada) procura el desarrollo humano enfocado en las necesidades y en el incremento de los derechos, capacidades y realizaciones propias, con la posibilidad de la creatividad y la solidaridad.

 

ENTORNO Contexto y circunstancias, dentro de un territorio, donde están incluidos los sujetos y de la cuál son parte constitutiva. Manteniendo una relación parte-todo, en el que el todo regula o determina- condiciona las partes. Contexto y circunstancias sociales, culturales, éticas, económicas, profesionales, sanitarias, políticas, ecológicas y cibernéticas en un momento histórico. Desde el paradigma de la complejidad definimos el cuidado en un ambiente pensado como contexto y circunstancias, dentro de un territorio, donde están incluidos los sujetos y de la cuál son parte constitutiva. El sujeto, aparece visto aquí, con su posibilidad también de influenciar ese ambiente.

 

CUIDADOS/ENFERMERÍA Cuidado realizado desde una ética de compromiso social con la salud de todos los sujetos, en tanto individuos, familias y/o comunidades. Conceptualizamos al cuidado de enfermería como la acción humana de profesionales de enfermería, que promueve la vida de las personas, desde la comprensión de esa vida como el resultado de un proceso histórico y social, como una totalidad en la que se incluye el conflicto y entendiendo que el proceso de vivir deviene en destructividad o en protección. Es diverso, múltiple, como expresión de las subjetividades en acción. El cuidado que va dirigido al mejoramiento de la calidad de vida de las personas, considerando los determinantes-condicionantes ambientales, sociales y económicos de la salud, respetando los derechos y necesidades biológicas, sociales, políticas, psicológicas, espirituales, culturales, económicas y éticas. Promueve en los sujetos, en tanto individuo, familias y/o comunidades, el incremento de las capacidades y habilidades que permitan ejercer su libertad, que refuercen la construcción de vínculos, y el autocentramiento,”, lo que se traduce en el concepto de soberanía. Procura el desarrollo humano enfocado en las necesidades y en el incremento de los derechos, capacidades y realizaciones propias. Con la posibilidad de la creatividad y la solidaridad. El cuidado que va dirigido al buen vivir y bienestar de los sujetos, considerando la interacción con condiciones ambientales, sociales, psicológicas, espirituales y económicas de la salud. Es el que se brinda en todos los niveles de atención y en todos los ciclos de la vida, con competencia humanística, política y técnica, de manera integral, en instituciones hospitalarias y comunitarias, mediante una actitud ética y legal garantizando intervenciones libres de riesgos. En síntesis, máxima defensa de la vida, en tanto buen vivir y bienestar.

a) RELEVAMIENTO DE INFORMACIÓN

a.1. Búsqueda bibliográfica.

a.1.1. Se realizó búsqueda bibliográfica incluyendo además de los clásicos a autores nacionales y latinoamericanos vinculados a la salud y el cuidado específicamente.

a.2. Contactos con instituciones nacionales e internacionales.

a.2.1. Se establecieron contactos con instituciones nacionales e internacionales en los diferentes encuentros científicos de los que participó el equipo de investigación: Asociación de Escuelas Universitarias de Enfermería de la República Argentina (AEUERA); Centro de Estudios de Integración Latinoamericana Manuel Ugarte de la Universidad Nacional de Lanús; Universidad Nacional de la Patagonia Austral, sede Puerto San Julián; Instituto Nacional de Epidemiología "Dr. Juan H. Jara” de Mar del Plata, República Argentina; Asociación de Enfermería  de España; Sociedad Uruguaya de Medicina Familiar y Comunitaria; Federación Panamericana de Profesionales de Enfermería (FEPPEN).

a.3. Entrevistas con referentes calificados.

a.3.1. Se entrevistaron referentes calificados nacionales e internacionales: Dra. Silvina Malvarez, coordinadora de la Red Nacional e Internacional de Teorías de Enfermería; Dr. José Ramón Martinez Riera, Presidente de la Asociación de Enfermería Comunitaria de España (AEC).

b) TRABAJO DE CAMPO

b.1. Entrevistas en profundidad- Grupo de discusión Tal como se propuso, se realizaron entrevistas y se estableció grupo de discusión. Se trabajó en todos los niveles de atención: primer nivel en Centros de Salud (CPS), segundo nivel en Hospitales Provinciales, tercer nivel en Hospital de Rehabilitación, todos de la Región Sanitaria VI, de la Provincia de Buenos Aires. En total 19 entrevistas/grupo de discusión en 6 Municipios:

b.1.1. 11 entrevistas en el primer nivel, en 4 municipios: Avellaneda, Almirante Brown, Florencio Varela y Lomas de Zamora. b.1.2. 7 entrevistas/grupo de discusión en el segundo nivel en 3 municipios, Almirante Brown, Ezeiza y Lanús, una de ellas en el único Hospital Monovalente Psiquiátrico de la Región Sanitaria VI.

b.1. 3. 1 entrevista en el tercer nivel en Almirante Brown, el único Hospital de Rehabilitación Psico-motriz de la Región Sanitaria VI. b.2. Análisis preliminares. b.2. 1. Se realizó desgrabación de las entrevistas/grupo de discusión.

 

c. ANÁLISIS DE DATOS Y CONCLUSIONES

c.1. Aplicación métodos de análisis de datos

c.1.1. Se realizó análisis cualitativo y cuantitativo de las entrevistas y grupo de discusión.

c.2. Evaluación de los resultados

c.2.1. Se compararon los resultados con la hipótesis planteada para evaluar los resultados.

c.3. Elaboración informe final.

c.3.1. Se redactó el informe final siguiendo las pautas establecidas en el formulario distribuido por la Secretaria de Ciencia y Técnica de la UNLa.

c.4. Actividades de transferencia y divulgación

c.4.1. Se realizó transferencia a la actividad docente.

c.4.2. Se realizaron presentaciones en encuentros científicos nacionales e internacionales.

c.4.3. Difusión en revista de divulgación.

 

4) OBSTACULOS ENCONTRADOS Y PROPUESTAS DE SUPERACIÓN DE LOS MISMOS. El trabajo pudo ser llevado adelante en los aspectos esenciales del proyecto. Se pudo trabajar con la metodología de grupo de discusión, en un solo lugar de trabajo, coincidiendo este con el hospital que sufrió el incendio y cuyo personal tenía redefinidas tareas, incluso fuera del hospital. Indudablemente la imposibilidad de efectivizarla en otros servicios se debió a la dificultad de reunir varios trabajadores de enfermería en un mismo espacio y tiempo, si tienen cuidado directo a las personas, la limitación numérica de personal se lo impide. Este obstáculo se resolvió con entrevistas en profundidad en forma individual, con horarios acordados, respetando la distribución en los diferentes niveles de atención del sistema de salud. En los casos que se utilizó grabadora de voz a texto (3 entrevistas), el resultado fue negativo. Los registros fueron distorsionados y por lo tanto confusos, debieron ser descartados. Se pudo resolver con registro a mano, de respaldo, a cargo de un segundo entrevistador, excepto en una de ellas

 

5)DESCRIPCIÓN DE LOS RESULTADOS OBTENIDOS.

5.1. Con el análisis del resultado de las entrevistas y el grupo de discusión Se generaron 3 grandes categorías de análisis, 2 de ellas con subcategorías:

5.1.1. Contexto de la práctica social de enfermería según los tres niveles de atención del sistema de salud de la Región Sanitaria VI, años 2018-2019. Con 8 subcategorías de análisis:

5.1.1.1. Caracterización del sistema de salud,

5.1.1.2. Interacción entre instituciones del mismo nivel o con otro nivel,

5.1.1.3. Trabajo en equipo,

5.1.1.4. Impacto de los cambios políticos,

5.1.1.5. Organización y gestión,

5.1.1.6. Enfermería en la vanguardia y retaguardia,

5.1.1.7. Formación y capacitación,

5.1.1.8. Patologías más frecuentes.

5.1.2. Indicadores de la práctica social de enfermería según los tres niveles de atención del sistema de salud de la Región Sanitaria VI, años 2018-2019. Con 3 subcategorías

5.1.2.1. Vinculación con la comunidad,

5.1.2.2. Gestión del cuidado,

5.1.2.3. Características del vínculo cuidadora/or – persona cuidada.

5.1.3. Enfoque teórico

Ancla 2

6) CONCLUSIONES:

En el primer análisis se generaron 2 grandes categorías de análisis, que profundizaremos en la medida y el sentido que lo plantea el material analizado y a partir de las subcategorías generadas, para luego en un último esfuerzo analítico generar una tercera categoría, Enfoque Teórico que integra el análisis de las dos previas:

1. Contexto de la práctica social de enfermería según los tres niveles de atención del sistema de salud de la Región Sanitaria VI, años 2018-2019. Con 8 subcategorías de análisis

1.1. Caracterización del sistema de salud

La presente información se obtuvo a partir de entrevistas al personal de enfermería en 10 instituciones del primer nivel de atención, 6 del segundo nivel (una monovalente de salud mental) y 1 del tercer nivel. El sistema público de salud en la Región Sanitaria VI, responde a la forma de organización de la Provincia de Buenos Aires, el primer nivel de atención, compuesto por Centros de Salud (CPS) y Postas Sanitarias, dependen de los municipios; el segundo nivel está compuesto por hospitales de agudos y un hospital que trabaja con pacientes con trastornos psiquiátricos, estos hospitales están distribuidos en los municipios de la Región Sanitaria VI, convirtiéndose en referentes del primer nivel de atención, con una perspectiva hospitalocéntrica, no solo porque los Centros de Salud se encuentran ubicados geográficamente, en barrios marginales, periféricos, con numerosa población de trabajadoras/es, y vinculadas al hospital desde las normativas hospitalarias, sino porque las actividades de salud que allí se desarrollan poseen frecuentemente un déficit en la franja de atención de médicos de guardia, con alta presencia solo de personal de enfermería para atender todas las demandas de la comunidad, cuestión que implica que son las/los enfermeras/os quienes son muy conocidos por la comunidad y quienes más conocen a ésta.

 

En varios casos, no se ve que en el hospital se trabaje con perspectiva preventiva, se habla, pero no se practica, reconociendo la importancia de ese trabajo en el primer nivel. De igual manera se plantea como necesaria la tarea de educación para la salud en la comunidad, con un gran déficit en la actual forma de funcionamiento, el personal de enfermería no sale generalmente a la comunidad (si las/os promotoras/es comunitarios). Esto afecta a la población más desprotegida que finalmente asiste al segundo nivel, enferma. En el segundo nivel se observa, según las referencias, más apoyo de recursos en las guardias, y una forma de trabajo más organizada y en equipo. En el hospital monovalente de salud mental funciona el Programa de Rehabilitación y Externación Asistida (PREA) muy activo. Mayoría de personas internadas, mujeres y adultas mayores, argentinas de todo el país y latinoamericanas. Refieren déficit edilicio en algunos hospitales, como de personal de enfermería, en algunos casos vinculados a las ausencias y licencias o a la dificultad de nombrar y retener personal. Aurora enfermera en el segundo nivel expresa: “los que perduramos somos los más grandes, los chicos jóvenes se hacen de experiencia y se van porque no tienen sentido de pertenencia al hospital; aquí por ejemplo el sueldo promedio es de 18.000 y gana lo mismo el jefe, supervisor y enfermero, los chicos se preparan acá y después buscan otros horizontes van a CABA, a hospitales, o lugares privados donde seguramente los toman y están mucho mejor”.

 

En el tercer nivel, en el hospital de rehabilitación, refieren la atención a personas de más de 18 años con camas de internación. Volviendo sobre el primer nivel de atención, dice José, enfermero de un CPS: “la Unidad Sanitaria siempre fue lugar periférico, quiere decir que ese concepto hospitalocéntrico se sigue sosteniendo”. Entendemos en ese sentido con Mario Testa (1996) que los países capitalistas dependientes, como ubica el autor a la Argentina, ejercen su dependencia a través de la copia ineficaz de sistemas de organización del sistema de salud, de lo que funciona en otros países, con otras condiciones globales, en nuestro caso con aumento de asignación presupuestaria parcialmente vedada, lo que hace que sean considerablemente ineficaces e ineficientes. Testa (1996) plantea otras diferencias entre países subdesarrollados, que son las diferencias que se establecen entre las áreas urbanas y rurales, por una parte, centrales y periféricas por otra, fundamentalmente en lo que refiere a la concentración de recursos, donde son más favorecidas las áreas urbanas y centrales.

 

1.2. Interacción entre instituciones del mismo nivel o con otro nivel

La interacción entre niveles y dentro del mismo nivel tienen características e intensidad diferente, aunque quienes la mencionan lo hacen para resaltar sus características positivas. La demanda de atención de la comunidad no sigue lineamientos oficiales, las personas que viven cerca de un hospital, acuden a él para todo tipo de consultas, aunque amerite la asistencia en el primer nivel de atención, cuando la complejidad de su demanda es baja. En los CPS de un municipio, toman decisiones y realizan actividades conjuntas con otros CPS del mismo municipio, dirigidas a la capacitación del personal de enfermería fundamentalmente; también hay algunas experiencias de integración entre diferentes niveles de atención; o consultas entre niveles, básicamente apoyada en relaciones personales establecidas por las/os propias/os trabajadoras/es y en base a su propia iniciativa y no respondiendo a una normativa que los integre. Se refiere un efectivo servicio de traslados a través del SAME, se usa el número telefónico 107 (línea pública y gratuita) para solicitar las derivaciones. En los casos que existe una normativa y se aplica se refiere un proceso de derivaciones útiles para las personas cuidadas. Sandra, enfermera en el primer nivel refiere: “antes de darle el alta (en el hospital) se le pregunta qué centro le queda más cómodo a la mamá, para asegurarse que el bebe tenga su primera atención.

 

En oficina de referencia- contrarreferencia te buscan los centros para su primer control, si no va, las promotoras de salud concurren a la casa para saber porque no fue…”. En el caso mencionado el sistema de salud busca soluciones que se fundamentan en los derechos y necesidades de las personas y familias cuidadas. Lo mismo sucede en el hospital monovalente de salud mental, el Programa de Rehabilitación y Externación Asistida (PREA) planifica y ejecuta integración del hospital con la comunidad. “…en el hospital tenemos una sala que es residencia, lo que se hace allí es reeducarlas, porque son pacientes próximas a externarse, las ayudan a cocinarse, a convivir, a ir al banco, les enseñan a manejarse en colectivos. Pasan a casa del medio camino, siempre se trata de que salgan varias juntas, para apoyo mutuo …” Carlos y Yesica, enfermero/a, 2do nivel.

 

1.3 Trabajo en equipo

Se plantea en algunas entrevistas la concepción de que el trabajo en equipo es esencial para lograr mejores resultados en la salud de toda la comunidad. A través del buen trato, de la comprensión de otras profesiones y haciendo conocer la propia. El trabajo en equipo al igual que otros aspectos de funcionamiento del sistema de salud, es dispar, se da en áreas, o en instituciones o entre áreas o entre instituciones y en otras no. Se observan diversas actividades en equipo en el primer nivel de atención y en las áreas cerradas (Unidades de Cuidados Intensivos) del segundo nivel de atención, donde además refieren mayor libertad de acción. En los centros de salud hay diversas disciplinas y se realizan diversas actividades: médicos clínicos, pediatras, psiquiatras, ginecólogos, obstetras, trabajadoras sociales, sicopedagogos, personal de maestranza, promotoras de salud, administrativos/as, enfermería interactúa con todos de diferentes maneras. En algunos casos sale el equipo para hacer trabajo comunitario, la mayoría de los casos sin presencia de personal de enfermería, si con promotoras comunitarias. En algunos casos se refiere déficit de trabajo en equipo entre el personal médico y el de enfermería. Algunos hablan de crisis vocacional, manifestada por el poco compromiso con el trabajo de las personas con más de 20 años de trabajo, otras/os piensan que ningún obstáculo es generado por enfermería. Se identifican diferencias, en el segundo nivel, en las formas de trabajo por turno, en turno mañana y tarde más individualistas, turno vespertino y noche más trabajo en equipo, más solidarias/os. Hay una ley que contribuye, por otro lado, con el déficit de trabajo en equipo entre el propio personal de enfermería, tal lo es las que rigen en los hospitales provinciales; por un lado se trabaja con la ley 10.430 que agrupa a enfermeras/os y técnicas/os de la salud (con formación terciaria) y la otra ley o de carrera profesional 10.471, en la que encuadran las/os licenciadas/os, estas diferenciaciones se realizan en una misma institución regulando de manera diferente al mismo personal de enfermería, “debería haber una ley única para enfermería que no sea tan discriminativa”, dice Claudio, enfermero de un hospital. En el tercer nivel trabajan enfermeras/os, operadoras/es terapéuticas/os, médicas/os, nutricionistas,  kinesiólogas/os, fisiatras, psicólogas/os, psiquiatras, consideran muy buen trabajo en equipo centrados en la recuperación de las personas atendidas, consideran además que hay mucho apoyo de la dirección y del equipo de gestión del hospital. 1.3. Impacto de los cambios políticos Algunas de las consideraciones obtenidas refieren al contexto de gobierno de la alianza Cambiemos tanto en la Provincia de Buenos Aires como en Nación, momento en que se hace este estudio. Si bien no es esta una categoría donde hayan abundado los testimonios, mereció ser tomado en cuenta por la relevancia de los mismos, donde se refiere que quienes administran (los fondos) se transforman en la máxima autoridad, se desmejoró la vinculación entre niveles, o la falta de concursos para los cargos de personal; “… con los cambios políticos, tiene que ver con algo que baja de arriba, a veces dificulta el proceso “José Luis, enfermero del primer nivel.

 

1.4. Organización y gestión

En las instituciones del primer nivel de atención (CAPS y postas sanitarias) se desarrollan fundamentalmente actividades de promoción de la salud y de prevención de la enfermedad. Algunos CAPS trabajan 24 horas, 365 días al año, con guardias de emergentología. La dirección de esas instituciones no siempre está a cargo de médicas/os. La coordinación de enfermería a nivel municipal está a cargo de una o más personas que dependen de la Secretaria de Salud y su tarea es programar el trabajo del resto del personal de enfermería del primer nivel de atención. En el primer nivel en general se designan coordinadoras/es de enfermería, en algunos casos más de una persona, para varios CAPS. Los profesionales de diferentes especialidades tienen días específicos de atención. En este nivel de atención la organización y gestión de enfermería gira en torno a la actividad de vacunación, siendo el resto de las tareas, de menor envergadura e importancia. El personal de enfermería atiende desde que se abre hasta que se cierra cada lugar de atención. En las Postas Sanitarias atiene la/el enfermera/o con otro profesional. Las/os Promotoras/es de Salud acercan el sistema de salud a la comunidad: detectan pacientes crónicos sin control, bebes sin control, niños/as que necesitan ser vacunados, etc. Con las indicaciones/órdenes que reciben las/os pacientes, pueden ser atendidas/os en cualquier institución. En el segundo nivel se señalan aspectos más complejos en la tarea de quienes gestionan, ya sea por el déficit numérico de personas para cubrir las tareas a su cargo, por ejemplo la creación de más servicios, el crecimiento de la población a ser atendida, con escaso personal la mayoría de las veces y las ausencias de ese mismo personal, como una dificultad muy frecuente, por otro lado, se indica que el cargo de supervisión no establece diferencias en el sueldo, con número también insuficiente de personal de supervisión, llegando inclusive a quedar algunos horarios sin supervisión de enfermería. “…Soy supervisora de turno mañana, la función principal es resolver los problemas, que son múltiples, variados…” Elena, enfermera segundo nivel de atención.

 

1.5. Enfermería en la vanguardia y retaguardia

En todos los niveles de atención de la salud se evidencia la problemática del déficit numérico de personal. En general señalan que cada persona tiene más de un trabajo, o hacen horas extras. Las//os médicas/os y otro tipo de profesionales no aceptan en algunos casos, trabajar en zonas marginales, consideradas peligrosas. La mayoría de las/os enfermeras/os hacen reemplazos, trabajo continuo, ello genera déficit en la calidad de los cuidados, algunos jefes atribuyen el déficit de calidad en los cuidados a la falta de vocación. Otras/os reconocen en las/os enfermeras/os la calidad humana. Se menciona el déficit numérico de medicas/os, que genera largas esperas por parte de las personas que consultan. En algunos casos, las tareas médicas deben ser sustituidas con la tarea del personal de enfermería, lo que implica, déficit numérico, recargo de tareas, trabajo en “soledad” atendiendo inclusive “a demanda” a la comunidad, sin turnos y el enfrentarse a situaciones dilemáticas ya que se debe actuar con el respaldo legal que no siempre se tiene. Debido a su amplio conocimiento en diversos aspectos de la salud, enfermería es muy versátil, no obstante, los cambios forzados, por caso, el incendio de gran parte del Hospital Oñativia, generan angustia y descontento generalizado. En el primer nivel esta intensidad en la tarea redunda en un mayor conocimiento de la comunidad por parte de enfermería y la posibilidad de reconocerse mutuamente por el nombre. En los hospitales hay turnos y áreas donde no hay médicos, quienes atienden primordialmente en el turno mañana, solo en las áreas cerradas enfermería puede garantizar trabajo en equipo, en las guardias en algunos lugares tienen pacientes hasta en los pasillos, en general, la proporción de pacientes por enfermera/o, es alta. “…esa es la dotación total, la real es otra cosa y pasa en todos los hospitales, carpeta médica, etc.” Carlos, enfermero segundo nivel de atención.

 

1.6. Formación y capacitación

A pesar del déficit numérico, es relevante la calidad de formación referida por el personal de enfermería, ya que se menciona en la mayoría de los casos la alta proporción de enfermeras/os y licenciadas/os frente a el número de auxiliares de enfermería. Dentro del grupo de enfermeras/os se menciona la importancia del aporte numérico del Plan Eva Perón, que hasta 2015 formó enfermeras/os en la Provincia de Buenos Aires. En cuanto a la capacitación del personal de enfermería, se le da mucha importancia y se lo menciona en todas las entrevistas. Todos los temas de capacitación se aprueban primero a nivel central. Se planifican actividades de capacitación en todas las áreas y temas relevantes para el primer y segundo nivel, vinculados a la tarea cotidiana: vacunación, infectología, programas en funcionamiento. resolución de conflictos, armado de proyectos de trabajo, heridas, paciente quemado en la guardia, dolor. En cuanto al cuidado del que cuida se plantea: afrontamiento a la muerte, es relevante el apoyo de otras disciplinas (sociología, psicología, etc.). Hay referencia a que en el hospital la capacitación no debe ser solo desde la mirada técnico-asistencial, debiendo incluir aspectos vinculados a un enfoque integral del cuidado de la salud. Los procesos de trabajo son diferentes, en algunos casos sin apoyo económico ni de otro tipo de recursos, son actividades valoradas, como la organización de una jornada científica de enfermería, que se realiza con mucho esfuerzo, sumado a otras actividades de gestión muy demandantes. Por otro lado, existe la dificultad de capacitar grupalmente en horario de trabajo, ya que, por el déficit numérico de personal, no se pueden organizar salidas organizadas en dichos horarios. Hay experiencia de prácticas de vacunación con graduación de las dificultades, se les amplia responsabilidad en la medida que adquiere habilidades/competencias. Hay algunas experiencias exitosas, donde se integra primer y segundo nivel, nos cuenta una enfermera de un vacunatorio en el segundo nivel, “y nos fuimos capacitando, cada una en su turno; una vez al mes en la secretaria de salud tenemos una reunión, en esa reunión … nos capacitan, orientan y nos escuchan lo que pasa en nuestros espacios…”

1.7. Patologías más frecuentes

Se menciona que se presentan patologías de todo tipo, entre ellas: embarazo adolescente, tuberculosis, aumento de diabetes, accidente cerebro vascular; algunas problemáticas psicosociales como violencia intrafamiliar, abusos, adicciones, familias ensambladas que comparten vivienda de hasta cuatro generaciones juntas, personas jóvenes enfermas que no se tratan, y en algunos casos iatrogenias del equipo de salud.

 

2. Indicadores de la práctica social de enfermería según los tres niveles de atención del sistema de salud de la Región Sanitaria VI, años 2018-2019. Con 4 subcategorías

2.1. Vinculación con la comunidad (47 indicadores de cuidados de la práctica social de enfermería) Primer nivel: refieren claro conocimiento de la población aplicando ese conocimiento a sus acciones.

1. Interactúa con la población.

2. Realiza cuidados sociales en relación con otras instituciones.

3. Brinda cuidados solicitados ante demanda espontánea.

4.Realiza cuidados de guardia sin trabajar en la guardia.

5. Habla con el paciente al ingreso para determinar el origen de su problemática.

6. Identifica las características culturales de la comunidad para adecuar los cuidados.

7. Trabaja con referentes barriales.

8. Considera que las personas de la comunidad son sujetos miembros del equipo de salud, no objetos.

9. Establece comunicación efectiva con la comunidad.

10. Informa a la comunidad el propósito que se busca en salud.

11. Cuida teniendo en cuenta la dificultad de quienes no saben leer.

12. Observa en qué medida se repiten los casos para informar al resto del equipo (ejemplo: aumento de casos de sífilis).

13. Sale a la comunidad, realizando control de cartilla de vacunación, para completar las vacunas faltantes.

14. Realiza cuidados preventivos y promotores en comedores, jardines, centros de jubilados.15. Vacunan en el centro asistencial e inclusive en las escuelas.

15. Considera relevante trabajar en poblaciones vulnerables que no acuden al centro de salud.

16. Hace relevamiento de datos comunitarios. 

17. Hace diagnóstico sanitario, para brindar luego los cuidados de la salud.

18. Hace diagnóstico socio sanitario, centrado en incidencia y prevalencia de casos (TBC, sífilis).

19. Considera relevante, para llevar adelante la tarea, la aceptación del equipo de salud por parte de la comunidad.

20. Realiza los cuidados con el acompañamiento de promotores/as de salud.

21. Brinda cuidados preventivos de la enfermedad y promotores de la salud a grupos de diferentes culturas y etnias.

22. Cuida con competencia cultural.

23. Brinda cuidados de seguimiento y acompañamiento en domicilio a personas que sufren TBC (haciendo: verificación de toma de medicamentos registrados por familia, entrega de medicamentos, testeo de VDRL. testeo de esputo ante sospecha de TBC, citas al centro de salud, derivación al hospital, pedido de medicación).

24. Brinda cuidados familiares en el domicilio con entrega de medicamentos.

25. Brinda cuidados interdisciplinarios con obstetricia, ginecología, trabajadoras/es sociales, diabetóloga/o, nutricionistas, y con algunas otras disciplinas y cuidados en equipo con las/os propias/os enfermeras/os.

26. Mantiene registros de las familias de la comunidad.

27. Realiza cuidados de promoción de la salud mediante educación para la salud.

28. Brinda cuidados de prevención de la enfermedad (haciendo registro, seguimiento y vacunación de su comunidad, sarampión ahora en base al aumento de casos).

29. Brinda cuidados comunitarios preventivos de la enfermedad y promotores de la salud específicos (cáncer de mama, recién nacidos con sífilis, vacunas, TBC. Toma de talla, peso, glucemia, TA, primeros auxilios, derivación ante sospecha de abuso infantil, educación sexual y procreación responsable).

30. Brinda cuidados preventivos de la enfermedad en la sala de espera del centro de salud, casa por casa, en las escuelas).

31. Cuida prestando atención a lo que dicen las personas cuidadas, para evaluar evolución del tratamiento y origen de otros problemas. Segundo nivel, en los hospitales refieren importantes datos de contexto y referencias a las prácticas sociales de enfermería en términos de “no prácticas” o lo que antes se refirió como el sujeto de deseo que se piensa desde la carencia y genera deseo, donde ambos se funden en un escenario político que anima la tensión hacia el otro, en un marco de igualdad jurídica, desde una filosofía de la inclusión y de igualdad, orientada hacia una política más dinámica, solidaria y creativa. por lo que estos no se han podido transformar en indicadores, y muestran que el contacto más cercano a la comunidad lo llevan a cabo el Hospital neuropsiquiátrico y el hospital que tiene parte de sus instalaciones fuera de servicio por el incendio en 2018. En el segundo nivel las referencias a la articulación con la comunidad, es menos frecuente. No obstante, en el segundo nivel:

32. diagnostica necesidades de la comunidad, para luego brindar cuidados específicos.

33. En servicio de shock room, realiza admisión de la persona cuidada.

34. Brinda cuidados a partir del análisis de la situación de la persona cuidada.

35. Brinda cuidados durante el traslado de personas cuidadas.

36. Cuida a las personas y la comunidad en lo biológico, psicológico y social.

37. Aplica vacunas afirmando la obligatoriedad de estas.

38. Se capacita para redefinir o mejorar sus funciones de cuidado.

39. Brinda cuidados de higiene y confort. En hospital neuropsiquiátrico toda la tarea es comunitaria en programa de externación (PREA):

40. Valora si las personas externadas están en condiciones adecuadas, seguimiento, evaluación, verifica tratamientos, seguimiento de la vida y pautas de alarma. Brinda cuidados dirigidos a la comunidad, con planificación previa para:

41. Externación de personas cuidadas en hospital neuropsiquiátrico; Hay descompensaciones mentales y físicas, la enfermera de la “casita”: 42. Brinda cuidados ante cualquier emergencia que presente la persona externada, realizando visitas diarias a las mismas. En el PREA:

43. Brinda cuidados de rehabilitación para las personas cuidadas tales como educación sobre cocina saludable y actividad física, acompañamiento en paseos de pacientes con el familiar, reeducación en el uso del cepillo de dientes, lavado de manos con jabón líquido y toallas de papel, escuchar música, ver futbol, cuidados comunitarios que exceden los períodos de crisis.

44. Adecúa los cuidados al tipo de necesidades.

45. Brinda cuidados de pronta atención,

46. Brinda cuidados gerontológicos.

47. vacunación a niñas/os y adultas/os según normativa vigente.

 

2.2. Gestión del cuidado (13 indicadores de la práctica social de enfermería)

En el primer nivel de atención: 1. La/el coordinadora/or apoya a quienes cuidan cuando existen dificultades de distinto tipo. 2. planifica. 3. capacita.

 

Segundo nivel de atención: 4. Realiza control de las personas a cargo con lectura de los reportes. 5. Participa en reuniones de equipo incluido el personal de limpieza. 6. Participa en reuniones con personal superior. 7. Coordina y organiza los cuidados. 8. Distribuye el personal según la capacitación y el perfil del profesional. 9. Cuida  los cuidadores ya sea conteniendo, acompañarlos cuando son agredidos, guiándolos y en forma indirecta a la persona cuidada. 10. Realiza gestiones para cuidar a los que cuidan. 11. Coordina la gestión del cuidado con otra persona. 12. Resuelve problemas. 13. Capacita al personal.

 

2.3. Características del vínculo cuidadora/or – persona cuidada. (11 indicadores de la práctica social de enfermería.)

Primer nivel de atención: 1. Brinda cuidado en base a buenos vínculos con las personas cuidadas. 2. Brinda el cuidado con empatía poniéndose en el lugar del otro. 3. Brinda el cuidado ante demanda espontánea. 4. Brinda cuidados de orientación para que la persona conozca lo que necesita hacer para solucionar sus dificultades. 5. Establece vínculos con personas de la comunidad de diferentes maneras.

 

Segundo nivel de atención: nuevamente en los hospitales refieren importantes datos de contexto y referencias a las prácticas sociales de enfermería en términos de “no prácticas” o las prácticas que se desean, por lo que estos no se han podido transformar en indicadores, si aparece: 6. Brinda cuidados de admisión del paciente con análisis de situación. 7. Brinda cuidados humanizados. 8. Brinda cuidados con empatía.

Tercer nivel de atención: 9. Brinda cuidados con empatía hacia la persona cuidada con alta proporción de escucha. 10. Brinda cuidados de respuestas a las dudas. 11. Brinda cuidados educativos.

 

3. Enfoque teórico

Uno de los supuestos de este estudio es que, un componente de la estructura jerárquica del conocimiento es el indicador empírico y se lo define como un concepto muy concreto y específico; un instrumento real, una condición experimental para observar o medir un concepto. Por ello es relevante comprender en la estructura del conocimiento de esta enfermería, la de estos profesionales de enfermería, a partir de sus prácticas, cuál es el modelo o los modelos conceptuales y a las teorías a los que remiten esas prácticas que pueden favorecer u obstaculizar la mayor calidad de los cuidados que brindan al sujeto, familia y comunidad.

 

A partir de los 75 indicadores de cuidados de la práctica social de enfermería se puede inferir la concepción teórica que da sustento a esas prácticas y del contexto en el que tienen lugar.

 

En los datos de contexto se plantea una perspectiva que se encuentra en algunos casos, cerca de los modelos y teorías tradicionales y anglosajonas que promueven prácticas con mirada individualista, patologisista, hospitalocéntrica, biologista y mercantilista en el sentido de las especificaciones previas y posteriores a este párrafo. Durante el adentramiento en los indicadores de la práctica social de enfermería, en el segundo nivel, hay formas de trabajo en proporción, más cerca de esos modelos y teorías tradicionales y anglosajonas, expresado en varios casos desde la “no práctica”, lo que también aporta la posibilidad de otro análisis, el que las acciones que se enuncian con la negación de lo que se entiende “debería” ser, está expresando una posición ideológica frente a los modelos de cuidado. Brauer (1993) plantea como una de las posibilidades de “leer” la negación desde la consideración que son actitudes “negativas” que “en nada contribuyen” a alcanzar un fin propuesto, lo que se opone a sus planes, expectativas o esperanzas, lo que nos aparta de la senda correcta. Ratificando análisis previos aquí aparece el sujeto de deseo que se piensa desde la carencia y genera deseo, que se funden en un escenario político que anima la tensión hacia el otro, en un marco de igualdad jurídica, desde una filosofía de la inclusión y de igualdad de géneros. Un escenario político más dinámico, solidario y creativo. En todo caso, no se han encontrado palabras o argumentos para expresar lo” que se hace” y “por qué se lo hace”, que vislumbren la defensa de modelos y teorías tradicionales y anglosajonas, aunque es posible entender que lo que se trata de describir es lo que, según Johnson (1987), aparece en la práctica diaria por parte de enfermería, donde algún tipo de marco de referencia implícitos se utilizan y la imagen mental que toman las/os enfermeras/os en su práctica, frecuentemente están muy cargados por conceptos que se han tomado de los esquemas conceptuales que ha utilizado la medicina para lograr su propia misión social; en ese sentido reiteramos con Testa (1996) que existe una ideología sanitaria biologista que entiende a los problemas de salud como problemas individuales y son los que se apartan de la normalidad biológica, y la etiología y la patogenia de las enfermedades solo remiten a las causas y a la forma de respuesta médica, entendemos que estas concepciones se potencian cuando la perspectiva de un sistema de gobierno, lo hace desde concepciones neoliberales, donde prevalecen los valores ligados al mercantilismo, y en ese caso el costo de la salud es un gasto y no una inversión. Ello ocurre como consecuencia de una doble circunstancia: por una parte por la existencia de servicios diferenciados para distintos grupos sociales, de manera que la discusión no se realiza en torno a la cuestión de los servicios para toda la población, sino solo para aquella que se encuentra en situación menos favorecida; en segundo lugar y en estrecha relación con lo anterior, entran las consideraciones de costos, lo decíamos antes, de modo que la atención primaria se diseña como forma de disminuir el gasto social para salud, aunque ello introduzca fuertes ineficiencias en el funcionamiento de todo el sistema (Testa, 1996). En esos casos, podemos también pensarlos desde el papel de los procesos de constitución y reproducción de los territorios existenciales autorreferenciales a los cuáles los trabajadores están “pegados”, como resultado de procesos agenciadores subjetivantes que los producen como “grupos sujetados”, al decir de Guattari.

 

Los aspectos de la “no práctica” o “prácticas deseadas”, han sido evidenciados en perspectivas tales como: no se ve que en el hospital se trabaje con perspectiva preventiva, donde se habla, pero no se practica; donde no abundan experiencias exitosas integrando primer y segundo nivel. Una sujeción a un contexto que ha sido relatado como: que quienes administran, en términos económicos, se transforman en la máxima autoridad del sistema de salud; donde solo en las áreas cerradas enfermería puede garantizar trabajo en equipo y donde al mismo tiempo refieren mayor libertad de trabajo, donde en las guardias, en muchas ocasiones se realiza bajo condiciones extremas en cuanto a demanda de cuidado y escases de recursos en cuanto a respuesta del sistema de salud, como cuando tienen personas cuidadas hasta en los pasillos; donde existen leyes que contribuyen a la disociación dentro del propio equipo de enfermería, por un lado se trabaja con la ley 10.430 que agrupa a enfermeros y técnicos de la salud (con formación terciaria) y la otra ley o de carrera profesional, separando en ocasiones hasta la conducción de los conducidos.

 

En el primer y el tercer nivel de atención se encuentra una mirada cerca de una perspectiva nacional y latinoamericana, que defendemos desde los cuidados del buen vivir y el bienestar, que incluye en su definición la perspectiva que se tiene de persona, entorno o ambiente y salud y que promueven cuidados como máxima defensa de la vida, aunque en menor medida, esos rasgos aparecen en el segundo nivel. Es así cuando se especifican cuestiones tales como: que son las/los enfermeras/os quienes son muy conocidos por la comunidad y quienes más conocen a ésta; cuando se aplica un proceso de derivaciones útiles para las personas cuidadas; cuando el sistema de salud busca soluciones que se fundamentan en los derechos y necesidades de las personas y familias cuidadas; cuando se planifican actividades de capacitación en todas las áreas y temas relevantes para el primer y segundo nivel, vinculados al cuidado de las personas, familias y comunidades: vacunación, infectología, programas en funcionamiento, resolución de conflictos, armado de proyectos de trabajo, heridas, paciente quemado en la guardia, dolor; cuando en el hospital monovalente de salud mental, el PREA planifica y ejecuta integración del hospital con la comunidad; cuando la concepción de que el trabajo en equipo es esencial para lograr mejores resultados en la salud de toda la comunidad, a través del buen trato, de la comprensión de otras profesiones y haciendo conocer la propia; cuando en los centros de salud hay diversas disciplinas y actividades: médicas/os clínicas/os, pediatras, psiquiatras, ginecólogas/os, obstetras, trabajadoras/es sociales, sicopedagogas/os, personal de maestranza, promotoras/es de salud, administrativas/os y enfermería interactúa con todas de diferentes maneras; cuando psicólogas/os, psiquiatras, consideran muy buen trabajo del equipo cuando están centrados en la recuperación de las personas atendidas; cuando se percibe que hay mucho apoyo de la dirección y del equipo de gestión del hospital. Cuando en diversos casos se plantea un enfoque integral, atendiendo lo biológico, lo psicológico y lo social; por ejemplo, dándole gran relevancia a los aspectos culturales, a la vivienda. Cuando respetan a los propios referentes comunitarios, y le otorgan importancia al buen vínculo con la comunidad para la aceptación de propuestas de salud. Cuando entienden la importancia de la cercanía con la comunidad, y de las mejores posibilidades de calidad en el cuidado en ese modo de comunicarse. Cuando se busca realizar la tarea en la comunidad aunque se lo impidan las normas institucionales, y a ello se refieren cuando indican como necesaria la tarea de educación para la salud en la comunidad, con un gran déficit en ese momento, por la forma de funcionamiento, ya que el personal de enfermería no está habilitado para salir, generalmente, a la comunidad (si las/os promotoras/es comunitarias/os) y están desconformes porque esto afecta a la población más desprotegida que finalmente asiste al segundo nivel, enferma. Cuando plantea una perspectiva epidemiológica e incluyendo otros aspectos de la salud, además del biológico. Cuando se le da importancia a la planificación. Cuando hablan de trato humano, con empatía, de la necesidad que la/el enfermera/o debe tener afecto por las especialidades donde trabaja. Cuando expresan la intolerancia al maltrato en siquiatría. Cuando se cuida en base a las necesidades de las personas. Cuando se relaciona lo científico con lo humano. Cuando se cuida integralmente incluyendo a la familia, o sea, cuidados biosicosociales que incluye su entorno. Cuando el enfoque es preventivista de la enfermedad y promotor de la salud. Cuando se define a la enfermería bajo el paradigma de la transformación. Cuando se habla de empatía hacia el paciente y de mucha escucha. Cuando se le da importancia al dar respuestas a dudas de las personas bajo su cuidado; cuando se cuida educando.

 

Entendemos que estos indicadores de prácticas sociales de enfermería son cuidados realizados desde una perspectiva nacional y latinoamericana, que desde los cuidados del buen vivir y el bienestar hemos identificado vinculados a una ética de compromiso social con la salud de todos los sujetos, en tanto individuo, familias y/o comunidades. Cuidado de enfermería como la acción humana de profesionales de enfermería, que promueve la vida de las personas, desde la comprensión de esa vida como el resultado de un proceso histórico y social, como una totalidad en la que se incluye el conflicto y entendiendo que el proceso de vivir deviene en destructividad o en protección. Cuidado diverso, múltiple, como expresión de las subjetividades en acción. Dirigido al mejoramiento de la calidad de vida de las personas, considerando los determinantes-condicionantes ambientales, sociales y económicos de la salud, respetando los derechos y necesidades biológicas, sociales, políticas, psicológicas, espirituales, culturales, económicas y éticas. Que promueve en los sujetos, en tanto personas, familias y/o comunidades, el incremento de las capacidades y habilidades que permitan ejercer su libertad, que refuerce la construcción de vínculos, y el autocentramiento”, lo que se traduce en el concepto de soberanía. El cuidado que procura el desarrollo humano enfocado en las necesidades y en el incremento de los derechos, capacidades y realizaciones propias. El que admite la posibilidad de la creatividad y la solidaridad. El cuidado que va dirigido al buen vivir y bienestar de los sujetos, considerando la interacción con condiciones ambientales, sociales, psicológicas, espirituales y económicas de la salud. El cuidado que se brinda en todos los niveles de atención y en todos los ciclos de la vida, con competencia humanística, política y técnica, de manera integral, en instituciones hospitalarias y comunitarias, mediante una actitud ética y legal, garantizando intervenciones libres de riesgos.

 

En síntesis, máxima defensa de la vida, en tanto buen vivir y bienestar. Finalmente concluimos que los objetivos fueron alcanzados en la medida que se 1. determinaron los modelos conceptuales y teorías de enfermería con las que se vinculan los Indicadores de esa práctica social en la Región Sanitaria VI, Provincia de Buenos Aires, año 2018-2019. Objetivo general alcanzado partir de alcanzar los objetivos específicos de 1.1. se identificaron las prácticas sociales de enfermería vinculados a modelos conceptuales y teorías de enfermería tradicionales y anglosajones. 1.2. se identificaron los indicadores de prácticas vinculados a perspectivas que se alejan de los modelos y teorías tradicionales y anglosajonas. 1.3. se caracterizaron los modelos conceptuales y teorías que surgen de las prácticas que se alejan de las perspectivas tradicionales y anglosajonas. Estas conclusiones muestran lo que afirma la hipótesis de este trabajo: los modelos conceptuales y teorías de enfermería vinculados con las prácticas sociales de enfermería, en la región Sanitaria VI, años 2018- 2019, son diversos y hasta contradictorios.

RECOMENDACIONES Y PROPUESTAS:

retomamos aquí el sentido de contexto, reconociendo que la acción social es concebida en virtud de una estructura social que la determina, y al mismo tiempo deja un espacio a la voluntad de la persona mediante el sentido subjetivo y su personalidad. Lo político es una dimensión propia de toda individualidad humana que se produce en el mundo: lugar de encuentro, diálogo, negociación, pacto y circulación de la palabra (Arendt, 1987). El ejercicio de ciudadanía requiere de la libertad que surge de igualdades básicas y el respeto a cada uno de los ciudadanos. En ese sentido es relevante reconocer que el estudio se llevó adelante exactamente en la segunda mitad del período de gobierno de la alianza Cambiemos, que defendió una perspectiva que se encuentra en las antípodas del período gubernamental que se inicia y que quedó reflejado en las características del contexto, que aquí se mostraron. Por ello es relevante suponer que un nuevo contexto generara nuevos procesos de constitución y reproducción de los territorios autorreferenciales a los cuáles se “pegaran” los trabajadores, y en esa dirección del análisis, sería sumamente interesante:

 

 a) poder repetir este estudio en nuevos contextos, en mayor medida considerando la emergencia sanitaria que estamos transitando, aun sin saber cuándo finaliza, y tomando en cuenta las actuales nuevas maneras de integración y trabajo solidario que incluye el aporte de diferentes jurisdicciones, niveles de atención y disciplinas, donde la enfermería a cobrado la relevancia que muchas veces se niega, tal los testimonios aquí vertidos.

 

b) También retomamos a Merhy (2016) desde el concepto de “autogobierno” que plantea incluso la posibilidad de “privatizar” el uso del propio espacio de trabajo cotidiano, sin tener que rendir cuentas de qué hace y porque lo hace, y es siguiendo esta idea, que entendemos que necesariamente en el esfuerzo por mejorar la calidad de los cuidados, es importantísimo abordar una tarea de mejoramiento de la calidad de los cuidados desde la micropolítica, en eso que él denomina el “acto vivo en salud”. Y en ese sentido la investigación- acción estaría habilitando a generar instancias de capacitación, que en el estudio fue muy bien valorada por la mayoría, lo que permitiría obtener un mayor conjunto de saberes, del cual se dispondría para la producción de cuidados de salud, ya sea en forma individual o en equipo, y en ese caso, mayor será la posibilidad de comprenderse el problema enfrentado en la salud y mayor la capacidad para enfrentarlo de modo adecuado.

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